Principales enfermedades en cebolla 2ª parte

Después de delinear alteraciones como el Tizón tardío por Botrytis y la Podredumbre basal en la primera parte de este artículo publicado en la edición previa, se da continuidad a la segunda entrega mediante la descripción de enfermedades tales como la Cenicilla o Mildiú polvoriento y la Mancha púrpura.

– Cenicilla, Mildiú polvoriento.- La cenicilla polvorienta es favorecida por las condiciones de clima húmedo; los primeros síntomas se encuentran al examinar las hojas de cebolla muy temprano por la mañana, cuando el rocío aún se encuentra sobre las plantas.

El crecimiento velloso un tanto violáceo sobre la superficie de las hojas o sobre el tallo del bulbo, es característico de la cenicilla. Las hojas afectadas se van tornando de color verde pálido y más tarde amarillo hasta que las partes enfermas se colapsan.

El crecimiento velloso del hongo causante de la enfermedad se dispersa con rapidez bajo condiciones de humedad elevada. Esta enfermedad usualmente inicia en aquellas áreas del campo donde permanece más tiempo el rocío y de ahí se dispersa a las áreas cercanas; si el clima se vuelve seco con periodos de rocío cortos y poca humedad, la diseminación de la enfermedad se hará mucho más lenta.

Con frecuencia, las plantas infectadas desarrollan hojas nuevas y se recuperan parcialmente. Las lesiones de cenicilla en los tallos de las semillas son circulares y alargadas y por lo general afectan sólo a un lado de la hoja; este debilitamiento de la hoja con frecuencia ocasiona que ésta se rompa.

Al igual que con el control de B. squamosa y Fusarium spp., se debe retirar todo material infectado y hacer una rotación de cultivos; se recomienda evitar cultivar muy densamente y el exceso de fertilización nitrogenada. Se pueden aplicar productos cúpricos para su prevención o metalaxil combinado con mancozeb como estrategia curativa.

– Mancha púrpura.- Cebollas, cebollines y puerros son infectadas con frecuencia por Alternaria porri. A medida que aumenta la gravedad de la enfermedad, el tamaño de la hoja, el tamaño del bulbo y el peso del bulbo disminuyen de manera drástica; la mancha púrpura puede provocar pérdidas de rendimiento de más del 50% de la producción.

Los síntomas inducidos por el hongo que produce mancha púrpura son de dos tipos; al inicio, aparecen pecas sobre las hojas, similares a las producidas por tizón tardío; más tarde, aparecen lesiones en forma de óvalo o de balón de fútbol americano, algunas veces acompañadas por franjas lineales o listones amarillos o de color café que van avanzando a partir de la lesión principal.

Las lesiones individuales pueden ser de dos a cinco centímetros de largo, de color café claro o con un área central de color café obscuro o morado, rodeada por un área de color café claro; las lesiones pueden contener zonas alternadas, concéntricas de tejido de color obscuro y tejido de color claro. Cuando aumenta la gravedad de la mancha púrpura, las hojas por lo general se vuelven amarillas o café y dejan de estar erguidas.

Las temperaturas por arriba de los 13° centígrados contribuyen al desarrollo de esta enfermedad; los periodos prolongados de humedad en las hojas, y la humedad relativa arriba del 90% generan probabilidades mayores de infección e incidencia de la enfermedad.

Para su control se debe iniciar con una secuencia de tratamientos en aerosol, aplicados a intervalos de cinco a siete días en cuanto aparecen los primeros síntomas de mancha púrpura y los periodos de humedad en las hojas exceden de 11 horas. Los intervalos de aspersión pueden ser más largos durante los periodos secos, cuando la humedad en las hojas dura menos de nueve horas; es esencial cubrir por completo las hojas de cebolla con las aspersiones, para lograr un buen control.

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