Producción de cerdos 3ª parte

Uno de los errores que se cometen en producción es el movimiento de lechones entre camadas después de las 18 a 24 horas del parto, incluyendo el uso de hembras nodrizas. El colocar a un lechón con otra hembra después del tiempo mencionado significa que los animales muy probablemente se van a colonizar de los patógenos de la otra hembra, pero no van a tener su protección sistémica; durante la lactancia no habrá ningún problema, sin embargo en etapas posteriores (semana 8 de edad en adelante) estos patógenos se manifiestan y dañan no solo a los animales portadores, sino también a compañeros de grupo (infección transversal).

Dicho de otra manera, por salvar animales pequeños o poco viables estamos poniendo en riesgo la parte más importante económicamente hablando de la granja. Donar lechones después de las 18 horas de nacidos es la mejor manera de reducir la mortalidad en maternidad, e incrementarla en engorda.

La edad de destete tiene también un impacto importante en el desempeño de los cerdos en etapas futuras. La única justificación del destete temprano (alrededor de los 21 días de edad) es sanitaria; esto es, retirar a los cerdos cuando tienen aún una inmunidad materna sólida y la colonización por la madre es relativamente baja, con lo cual reducimos la presión de infección.

Cerdos destetados de 24 o más días de edad estarán mayormente colonizados en relación directa con respecto a la edad de lactancia. Es cierto, a mayor tiempo lactando se tendrán lechones más robustos, pero probablemente con una mayor carga de patógenos, y la salud es lo más importante; en ese sentido, debemos tener mucho cuidado con la edad máxima de destete, pues desde el punto de vista sanitario el promedio no tiene valor ya que un solo lechón destetado de 28 días significa riesgo para todo el grupo.

Lo anterior no aplica en piaras libres de enfermedades, pues es obvio que al no haber riesgo sanitario se puede destetar a edad avanzada, integrar grupos con cerdos de diferente edad de destete y realizar los movimientos de lechones que se deseen previos al destete sin generar un riesgo y con mejor productividad.

Existe una manera de reducir la presión de infección de la madre a su camada y mejorar el desempeño; esto es mediante la híper inmunización previa al parto y medicación del alimento de la hembra lactante, consistente en la aplicación de vacuna hacia los principales patógenos presentes en la etapa de finalización a las cerdas dos a tres semanas antes del parto, para reforzar y homologar la inmunidad que brindarán a su camada. Con respecto a la medicación, deberá ser con un producto de eficacia comprobada hacia los patógenos en cuestión, con buena difusión en la hembra y que sea excretado por leche, con la finalidad de medicar indirectamente a los lechones.

Existen trabajos donde se demuestra que mediante la adición de antimicrobianos a la hembra se mejora el desempeño durante la lactancia, con mayor producción de leche y menor incidencia de problemas clínicos tanto en la hembra (MMA) como en los lechones (diarrea). Una hembra destetada en mejor condición corporal y de salud requiere menos días de destete a servicio efectivo, tendrá mejor fertilidad e incluso mejora los nacidos vivos en el siguiente parto; además, hay menor mortalidad en los lechones, mejor peso al destete, y debido a que la colonización es mínima, mejor desempeño en etapas posteriores de la vida del animal.

Es importante que los lechones en maternidad dispongan de una fuente de agua a una altura acorde con su tamaño (bebederos de altura graduable, de niple pequeños o de cazoleta) para estimular el consumo de alimento previo al destete. La presión del agua deberá ser de 1 a 1.5 litros por minuto con una temperatura de 20°C.

Espera la 4ª parte de este artículo, donde se ampliara la información respecto del destete momento crítico en la producción porcina, en próximas ediciones…

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