MAYO 2019

 

La diversificación de mercados derivado de la tendencia en el consumo nacional e internacional es una de las oportunidades que debe ser aprovechada en el campo para resolver el problema de la deficiencia en los procesos de comercialización de las actividades económicas propias del sector, limitante ocasionada por la alta dependencia del productor hacia el intermediario para la venta de sus productos, lo cual a su vez surge por el desconocimiento de los mercados y sus requerimientos, como la creación de marcas con empaque, calidad y presentación, y la dificultad para cumplir con las regulaciones ecológicas, ambientales y sanitarias tanto para el comercio nacional, pero principalmente para las exportaciones.

Un claro ejemplo del desaprovechamiento de mercados, está en el caso del chile seco, lo cual se puede encontrar al analizar los índices de su consumo en otros países, tales como China que es uno de los más grandes importadores mundiales del producto, con limitada capacidad propia de producción y una tendencia de consumo a la alza; otro es España, el cual produce chile en cantidades muy pequeñas que son consumidas por su demanda interna, por lo que sus importaciones están en aumento; y Turquía, que produce poco y su consumo percápita igualmente va en ascenso. Con esto se puede observar claramente que dichas regiones del mundo son demandantes de este tipo de alimento que en el país se produce y que poco se ha hecho para tratar de alcanzar aquellos potenciales mercados que podrían ser generadores de un vínculo realmente benéfico.

Sin embargo, para atender estos mercados existentes prioritariamente se deben mejorar de fondo las causas que originan otras problemáticas inmersas como la mala productividad, ocasionada por los bajos rendimientos resultado de una errática implementación de innovaciones tecnológicas apropiadas; y una endeble competitividad dado el escaso valor agregado aplicado al producto. La relación que guardan las diferentes alternativas de consumo actual con una de las preocupaciones centrales, como es la baja rentabilidad, es directa, es decir, al aprovechar correctamente las nuevas opciones de mercado se tendrá como efecto el desarrollo en los procesos de comercialización, lo que por ende mejorará los niveles de eficiencia, disminuirá la intervención de intermediarios, aumentará los volúmenes de venta y producción, se evitará la concentración o saturación del producto en un solo lugar y con ello se eliminará la sobreoferta, además de promover la aplicación de un mayor valor agregado; esto solo por mencionar algunos beneficios que pudiesen ser posibles al diversificar y tomar las oportunidades que la globalización y el consumo mundial generan.

De nueva cuenta agradecemos su atención, y lo seguimos invitando para que nos comparta su opinión, tratando con ello de crear un vínculo interactivo, a través del cual se fomente un mayor aprecio por el campo y sus valores.

El Despertar del Campo, La Nueva Visión Del Agro…

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