Valiosa técnica de reproducción asistida 2ª parte

Una vez descritas, en la primera parte de este artículo, las expectativas, alcances y requisitos del Programa Masivo de Inseminación Artificial de ovinos, plataforma respaldada por la CONARGEN, originalmente gestionada por la UNO, y actualmente subsidiada por la Secretaria del Campo, se da continuidad al desarrollo del tema en esta su segunda entrega, mediante el amable intercambio de información vertido por el MVZ Luis Ibarra de la Torre, especialista en manejo y reproducción de pequeños rumiantes y encargado de dicha estrategia, quien a grandes rasgos detalla parte de los pasos para el proceso de inseminación.

“Este sistema, consiste básicamente en la inseminación artificial por medio de laparoscopía a celo detectado, caso en el cual depositamos el semen en los cuernos uterinos de la hembra horas después de haber ubicado el celo en lotes programados con anticipación, técnica realizada mediante la implementación de un laboratorio móvil”; así lo precisó el MVZ Luis Ibarra.

“Realmente el proceso inicia 15 días antes de realizar la inseminación, comenzando con la selección de las hembras que serán las receptoras, para el caso se revisan por medio de ultrasonido con el fin de detectar las borregas vacías, las cuales se separan en un lote, para posteriormente meter lo que son las esponjas intravaginales que llevan una hormona llamada progesterona, estas permanecen ahí 12 días; en el día 10 metemos otra hormona llamada gonadotropina coriónica equina que provoca un pico importante de estrógenos, estimulando con ello la ovulación, al mismo tiempo que mejora la sincronía de los celos, lo que ayuda a que todas las hembras estén preparadas en un lapso de 12 a 24 horas después de la aplicación. En el día 12 se retira la esponja, al 13 se detectan las borregas en celo por medio de la introducción de machos marcadores los cuales además estimulan a la hembra para que esté completamente lista para su inseminación en el día 14, lo que en sí sería el paso final”.

“Propiamente el procedimiento de inseminación es el último paso dentro de este sistema, y una vez colocada la borrega en el carro de operación, comenzamos por la asepsia en la parte donde se realizaran las incisiones que para el caso es en el vientre, perforamos con los trocar laparoscópicos e identificamos los cuernos uterinos, ahí incrustamos ¾ hacia el ovario, traspasamos y depositamos el semen, se inyecta 0.25 mililitros lo que conlleva una concentración más o menos de 20 a 30 millones de espermatozoides, se suministra en un cuerno la mitad del semen, y la otra mitad en el otro, lo que implica un poco más de efectividad. Recordando que es semen congelado el que se aplica, bajo este método se manejan fertilidades que van de un 50 a un 60%, en productores que preparan bien a sus animales, que dan una suplementación alimenticia correcta rica en minerales y que respetan los tiempos de las hormonas, en donde cada detalle que se realice para brindar mejores condiciones a la borrega cuenta, que no les falte agua limpia y fresca, con instalaciones libres de humedad y ventiladas”.

“Al representar básicamente una biotecnología reproductiva, tenemos que entender que este método no es para cargar borregas, ya que mucha gente piensa que es para preñar todo, y no es así, la inseminación artificial es para mejorar genéticamente el rebaño, esperando que por lo menos la mitad quede preñada, lo que no, a los 17 días que es el ciclo natural de la borrega donde estaría nuevamente entrando en celo, se expone al macho, con lo que ahora si se tendría que estar cubriendo alrededor de un 90% entre los 2 procesos, lógicamente el 10% restante o las hembras que aun después de haber sido trabajadas por medio de estas dos técnicas siguen quedando vacías son focos rojos de los cuales hay que deshacerse”.

Para finalizar, el MVZ Ibarra de la Torre agregó; “cabe señalar que como es un proceso que lleva una activación por medio de hormonas el cuateo aumenta un poco, pero se ocupan hembras que se puedan estimular, por lo menos de 10 meses en adelante, que son un poco más difíciles que borregas adultas, dado que en corderas los celos son más cortos además que su sistema reproductivo apenas comienza a trabajar, por lo que la inseminación tiene que ser más precisa”.

Herramienta poderosa para el ovinocultor, al generar los medios apropiados para lograr un mejoramiento genético rápido y consistente.

 

 

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