El campeón de los maíces

“ALS888, es un híbrido de maíz de grano blanco semi-dentado, de plantas vigorosas, no presenta acame, tolera las enfermedades del maíz más comunes, de ciclo intermedio, con 82 a 89 días a floración y de 150 a 160 días a cosecha, sobresaliente rendimiento de grano y alto potencial forrajero, se adapta satisfactoriamente a lugares con altitudes de los 0 a los 2,100 metros sobre el nivel del mar, lo que le da gran compatibilidad en regiones como Aguascalientes, Zacatecas, Jalisco, Colima y Nayarit”; así lo precisó el Ing. Julio Francisco Alvarado Espinosa, representante técnico de ventas de la empresa Semillas ALS S.A. de C.V., de Guadalajara, Jalisco.

“Una de las características de este material, es que está hecho prácticamente en Aguascalientes, y si recordamos que entre los limites de Jalisco y Aguascalientes comienza el cinturón mundial de los desiertos, básicamente la semilla que aquí se produce se hace bajo condiciones desérticas, dándole así una gran rusticidad y resistencia a las sequías, a heladas, y a todas aquellas inclemencias del tiempo que presentan nuestros campos de la región. Cabe destacar, que en el ensayo de evaluación de híbridos de maíz 2018 establecido en el Campo Experimental Pabellón del Inifap, esta variedad ALS888 ocupo el segundo lugar en rendimiento de forraje verde, con 93 toneladas por hectárea, solo por debajo del P3260W de Pioneer el cual alcanzo 94.2 toneladas, lo que refleja el alto rango de competitividad en el que se encuentra nuestro híbrido”.

“Es un maíz doble propósito; casi la mayor parte de los maíces destinados a forraje son olotónes y con grano enterrado por lo que no dan muchos kilos, pero como este es un doble propósito llega alcanzar de 8 a 10 toneladas de grano. Aunque tiene mucho que ver la forma en que se siembra, lo que es para forraje, por lo general se establece a 17 centímetros entre plantas, y cuando es para grano se siembra a 20 centímetros de distancia entre plantas; cuando es para elote es a 25 centímetros para que se genere un mayor tamaño”.

“El potencial o los resultados que se podrían esperar de este material son hasta poco más de las 120 toneladas de forraje por hectárea, obviamente bajo las condiciones óptimas y con el mejor cuidado, mediante riego por cintilla, una fertilización adecuada en base a un previo análisis de suelo, en terrenos con migajón, y a grandes rasgos con toda la mano. En ese sentido, cabe reconocer que aun muchos, tanto por ignorancia como por querer ahorrar, no aplican la nutrición necesaria, con el uso de la convencional urea, compuesto que no es para nuestro tipo de suelos, ya que aquí es para sulfatos de amonio por su característica de tierras delgadas, activando así el calcio”.

Para concluir, el Ing. Alvarado Espinosa agregó; “a pesar que no queremos aceptarlo, nos hace falta mucha capacitación, ya que en muchos casos seguimos con ideas y practicas de hace 50 años, cuando la realidad es que todo es muy dinámico y en el mundo las cosas cambian a diario, si es así porque nosotros continuamos haciendo lo mismo de años o décadas atrás, de ahí la necesidad de estar abiertos y receptivos al cambio, sin miedo a probar no obstante de que nos equivoquemos, ya que sobre todo de los fracasos es de donde más se aprende y de ahí parte el crecimiento, sería ilógico esperar resultados diferentes haciendo lo mismo”.

 

 

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *