Raíz del éxito 3ª parte

“Si hablamos de semillas híbridas, las cuales son de un alto costo económico, siendo que cada semilla puede ir desde 1 peso hasta 4 o 5 pesos según la variedad, sería inviable germinarlas y criarlas en un almacigo en piso, ya que, entre otras cosas, este tipo de plantas deben de estar lo más macizas que se pueda para que trabajen en óptimas condiciones y expresen su máximo potencial de rendimiento”; así lo compartió, en esta tercer y última entrega, el Ing. Jairo Iván Segovia Devora, productor y asesor técnico del Rancho La Alegría situado cerca de la localidad de Lázaro Cárdenas (Rancho Grande), perteneciente al municipio de Fresnillo, Zacatecas, el cual cuenta con una infraestructura en semilleros de poco más de un cuarto de hectárea, con 3 túneles o invernaderos especializados, de 11 metros de ancho por 60 metros de largo, y una altura de 4.5 metros, donde en total se desarrollan alrededor de 9 mil charolas, 3 mil en cada semillero, principalmente de chile, producto estrella de la agrícola, contando así con materiales sobre todo criollos y algo de híbridos.

“Hablando de costos, en charolas de 512 cavidades, más o menos se invierte un aproximado de 10 centavos por planta, es decir, la charola viene saliendo en alrededor de 50 a 51 pesos; la charola de 338 cavidades, sale más o menos de 67 a 68 pesos, o 20 centavos por planta. Pero cuando se maquila es otro precio, ya que además se agregan otros conceptos como el margen de utilidad que se desea obtener, y cuando es así se tiene que llevar semilla de más previendo cualquier tipo de contratiempo, ya que, si fuese el caso desafortunado que por cualquier razón se llegase a dañar, tener de sobra para poder reponer la merma y esto no afecte el nivel de producción estimado”.

“Los retos principales dentro de esta etapa de la producción, el primero y principal es lograr una germinación uniforme, y otro es alcanzar y mantener una buena sanidad de la planta. También hay ciertos riesgos, por ejemplo, las temperaturas, dado que a veces caen heladas muy fuertes, por lo que siempre debemos de estar al pendiente de los pronósticos para tratar de controlar o mermar el impacto, pero gracias a las redes climatológicas que ahora ya nos dan el pronostico esto se ha facilitado, porque antes tenias que estar más pegado prácticamente todas las noches para ver cuando iba a helar y cuando no; ahorita hasta en el mismo celular podemos ver que días se pronostican fríos para prepararnos anticipadamente. Los aires son otro fuerte problema, siendo que hay ocasiones de tolvaneras sumamente agresivas que llegan hasta llevarse el hule de los invernaderos”.

Para finalizar, el Ing. Segovia Devora agregó; “no obstante, son pocos los peligros si lo comparamos con el sistema de almacigo, aquí por lo menos tenemos un poco más de control del clima y se protege un poco más a la planta, en cambio a la intemperie es lo doble o lo triple más riesgoso, por ello entre más gente se empiece a enfocar en la producción de plántula en invernadero, mejor les va ir, y aunque de inicio la inversión puede ser alta, a la larga la economía repuntara gracias a que la planta rápidamente va a responder, arraigándose efectivamente de un 95 a un 98%, evitando con ello replantes, perdida de tiempo y de dinero”.

La producción de plántula es un procedimiento de vital importancia para consolidar el éxito del cultivo, ya que su futuro y nivel productivo, está determinado por la calidad y fuerza de la planta que es llevada a campo.

Salvador Juárez / El Despertar del Campo

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