Principales enfermedades avícolas 2ª parte

Enfermedad de Gumboro o enfermedad infecciosa de la bursa. – El virus de Gumboro (EG) es un agente que afecta el sistema inmune de las aves, produciendo inmunodeficiencia y, por tanto, aumentando la susceptibilidad a las infecciones del medio. Al mismo tiempo, genera procesos en los cuales disminuye la eficacia de las vacunas.

Esta enfermedad es altamente contagiosa, afecta principalmente a aves jóvenes replicándose en el tejido linfoide, en especial en la bursa o bolsa de fabricio el agente causal de la EG o virus de la enfermedad infecciosa de la bursa (IBDV), pertenece a la familia Birnaviridae y al género Avibirnavirus. Presenta dos formas clínicas: la aguda, generalmente mortal, y la media o subclínica, la cual no produce sintomatología clínica, caracterizándose por un cuadro de inmunosupresión severa, lo que aumenta la susceptibilidad a otros agentes infecciosos, y la presentación de otras enfermedades en las aves.

Su diagnóstico se realiza por medio de una combinación de múltiples herramientas, tales como la evaluación clínica, la necropsia e histopatología, la detección e identificación del agente viral a través del uso de pruebas moleculares como la RT-PCR, la RT-PCR en tiempo real y el uso de técnicas serológicas como la prueba de Elisa.

Esta entidad causa grandes pérdidas económicas en sistemas de producción de pollo de engorde y ponedora comercial, con una disminución en la ganancia de peso, la eficiencia alimenticia y la producción de huevo; y con mortalidades de entre 60 y 100 %.

Salmonelosis aviar. – Esta es una enfermedad de gran importancia en la avicultura, y con mayor impacto en salud pública. Es causada por un grupo de microorganismos bacterianos del género Salmonella, los cuales producen un cuadro de tipo gastrointestinal que lleva a la muerte del animal, aumentando los costos de producción por el uso de antibióticos para el tratamiento y los decomisos. Al ser una enfermedad que pueden transmitirse entre seres humanos y animales de forma eficiente hace que su manejo y control sean de vital importancia.

Los serotipos que tienen poder patógeno en las aves son principalmente: Salmonella typhimurium, Salmonella enteritidis, Salmonella pullorum y Salmonella gallinarum. La Salmonella typhimurium y la Salmonella enteritidis presentan distribución mundial, de igual modo poseen una gran variedad de hospederos que incluyen animales salvajes, animales domésticos y humanos; causando en las aves jóvenes disminución en el crecimiento, morbilidad y mortalidad alta, y en las aves maduras se observa anorexia, diarrea y disminución en la producción de huevos; la Salmonella pullorum causa una enfermedad septicémica en aves jóvenes; y la Salmonella gallinarum se observa principalmente en aves adultas en los períodos tardíos de producción.

El diagnóstico debe hacerse forzosamente con la toma de muestras seriadas y el uso de técnicas diagnósticas específicas como el cultivo bacteriano, la prueba de Elisa, pruebas moleculares como PCR y PCR en tiempo real.

La infección o contaminación en aves reproductoras o en incubadora es uno de los principales factores de riesgo para la presentación del microorganismo en pollo de engorda. Las estrategias de control requieren la implementación de un completo plan de bioseguridad, así como el establecimiento de programas de muestreo, con el fin de monitorear el estado sanitario con respecto a la Salmonella.

Influenza aviar. – Es una enfermedad de origen viral que afecta a las aves, causando un cuadro de tipo respiratorio muy similar al de un resfriado común. Sin embargo, cabe anotar que existe un grupo muy pequeño de cepas del virus, cuya característica principal consiste en producir un cuadro de enfermedad sistémica que termina con la muerte de las aves. Su aparición genera emergencias en los servicios veterinarios de salud pública, debido a que el virus es de tipo zoonótico.

El virus de la influenza aviar (IA) pertenece a la familia Orthomyxoviridae, género Influenzavirus A, el cual se puede clasificar por medio de las proteínas hemaglutinina y neuraminidasa. Estos virus se pueden categorizar en diferentes tipos patógenos denominados de alta patogenicidad y baja patogenicidad, la OIE ha definido el virus de IA de alta patogenicidad, como aquel causante de al menos el 75% de mortalidad en aves de 4 a 8 semanas infectadas por vía intravenosa. Se han identificado de alta patogenicidad los subtipos H5 y H7. Entre los principales signos clínicos se observa crestas cianóticas, necrosis de la cresta y barbas, hemorragias subcutáneas en tarsos y patas, edema e hinchazón en muslos y cara, y aumento de la respiración.

Los virus de baja patogenicidad frecuentemente no presentan signos clínicos, aunque puede observarse una disminución de la producción de huevos, tos, estornudos y lacrimación excesiva. Sin embargo, la ecología del virus es compleja debido al cambio continuo del genoma mediante mutaciones, lo que ha generado brotes y pandemias en una variedad de diferentes aves y mamíferos incluyendo el ser humano.

No es posible realizar el diagnóstico de la enfermedad con base en las características clínicas y patológicas de la enfermedad. Es necesario el uso de técnicas como RT-PCR, las cuales permiten detectar de forma rápida y confiable la enfermedad. En relación con las técnicas serológicas como Elisa y la inmunodifusión en gel agar (AGID), estas deben ser utilizadas en programas de monitoreo e investigación rutinarios para comprender y prevenir el contagio y distribución de la enfermedad.

Las enfermedades infecciosas se consideran la amenaza más relevante para los sistemas de producción avícola.

Instituto para la Innovación Tecnológica en Agricultura (INTAGRI)

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