SECTOR ESTRATÉGICO

En México la agricultura es considerada una actividad esencial para la economía. Tan sólo en 2018, los sectores agrícola y pecuario representaron cerca del 10% del Producto Interno Bruto. No sólo eso, durante el 2020, pese a la crisis derivada del COVID-19, hubo un superávit agroalimentario del 21.4%, y de acuerdo con BANXICO, este sector ha sido de los más dinámicos y relevantes para solventar los impactos negativos de la pandemia.

Cerca del 13% del territorio nacional es utilizado como campo agrícola, y debido a la biodiversidad del país se pueden cosechar diferentes productos en cantidades impresionantes. No sólo es una actividad que emplea a millones de personas, también es fundamental para satisfacer las necesidades alimentarias de México y el mundo; algunas variables determinantes para que el sector primario sea tan dinámico son las inversiones en innovaciones tecnológicas para riegos, inocuidad, calidad o nutrición de los cultivos, así como el mejoramiento genético en el sector pecuario.

El año pasado, a pesar de la pandemia derivada del COVID-19, en el período de enero a septiembre las exportaciones agropecuarias y agroindustriales tuvieron un incremento del 9.1%; en ese sentido cabe señalar que también las decisiones políticas tienen impacto dentro de la agricultura, ya que este año también hubo un recorte al presupuesto de la Secretaría de Agricultura; no obstante, este sector se mantiene fuerte y con excelente desempeño, especialmente hablando de exportación de productos como lo son aguacate, tomates, berries, carne de bovinos y de cerdo, entre otros. Esto, en conjunto, coloca a México en una posición estratégica hablando sobre agricultura.

Pese a datos así de contundentes, la realidad dista de la meta deseada, con contrastes y problemas históricos cuyas alternativas de solución siguen relegadas, por ese motivo, la necesidad de buscar estrategias que favorezcan y promuevan la reactivación del campo mexicano, como el afianzamiento de las exportaciones de productos claves, la apertura de canales de venta y distribución, así como el aprovechamiento de tratados comerciales, lo que puede resultar en herramientas muy útiles.

Y aunque exportar puede representar mayores beneficios también representa mayores gastos, con la imperativa necesidad de acreditar certificaciones de calidad, adquisición de cadena de frío, equipo de transporte, y nuevas tarifas para los productores, por lo que en ese sentido se debe prestar especial atención a la forma en la que la agricultura obtiene financiamiento y liquidez; sin perder de vista eventos como el recorte del presupuesto al sector agrícola y la desaparición de la Financiera Rural, dichos sucesos limitan el acceso a créditos para el sector primario. 

Una vez más agradecemos su atención, y lo invitamos para que nos comparta sus comentarios, creando un vínculo dinámico, a través del cual se promueva pasión por el campo y sus valores. 

El Despertar del Campo, La Nueva Visión Del Agro…

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