Funciones de la agricultura

Las funciones fundamentales de la agricultura en el mundo son tres, la primera es nutrir a la población. El problema actual y de los años próximos no es de escasez, sino de organización de la producción alimentaria, que hace que aun los que producen los alimentos sufran de hambre; esta es la contradicción fundamental del mundo actual. América Latina enfrenta la doble carga de la malnutrición, donde la subalimentación y la obesidad coexisten en una misma familia; aún con los esfuerzos de los últimos treinta años en relación con la búsqueda de la seguridad alimentaria, sigue aumentando considerablemente el consumo de alimentos procesados de baja calidad nutricional, pobres en nutrientes como proteínas, vitaminas, fibras y minerales, lo que ha traído como consecuencia el aumento de la obesidad y de enfermedades crónicas.

La segunda función es contribuir a la regeneración de la madre tierra y la agricultura juega un papel central; los campesinos tradicionales, los que tienen la experiencia de cientos, o miles de años, saben cómo regenerar la tierra, cómo darle la posibilidad de recuperar su vida ante la función permanente de los seres humanos, de restablecer el metabolismo, es decir, el intercambio de materia entre los seres humanos –que son parte de la naturaleza– y la naturaleza fuera del ser humano.

Y la tercera función de la agricultura es contribuir de manera fundamental al bienestar de los agricultores, o de todos aquellos que trabajan la tierra. La agricultura campesina familiar puede justamente dar la base necesaria de la autonomía, de pensar la manera de valorizar su trabajo, permitir que la agricultura sea también valiosa para las nuevas generaciones, para los jóvenes.

Hoy el desafío principal está en el aumento del 60% de la producción de alimentos para alimentar una población de nueve mil 200 millones de personas que habitarán este planeta en el 2050 y, todo esto, con menos recursos, con menos suelos, con menos agua, con menos biodiversidad y en un contexto de cambio climático al cual la agricultura contribuye de alguna manera, pero por otro lado es el sector más vulnerable y eso se está viendo principalmente en la región mesoamericana.

En México como en Zacatecas, el problema no sólo es la carencia, sino la calidad de los alimentos y el cambio de hábitos alimenticios. La transición alimentaria y nutricional en el país se caracteriza por el desplazamiento de dietas tradicionales con alto consumo de cereales y tubérculos por otras, con alto contenido de energía, grasas y azúcares simples; alimentos chatarra, comida rápida y refrescos, ricos en azúcares y carbohidratos, van ganando la batalla a la comida casera o a la comida corrida y al agua simple y fresca; su triunfo hoy se expresa en el cuerpo y la salud de miles de personas.

 De nueva cuenta agradecemos su atención, y lo invitamos para que nos comparta sus comentarios, tratando de crear con ello un vínculo dinámico que promueva una mayor pasión por el campo y sus valores.

El Despertar del Campo, La Nueva Visión Del Agro…

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *