ABRIL 2019
La fuerte demanda mundial y las bajas reservas han dado como resultado una alza promedio en los precios de los productos agrícolas en los últimos años, lo cual, junto con las reformas políticas sucedidas en diversos países, de cierto modo han proporcionado incentivos económicos y condiciones favorables para aumentar la producción agropecuaria a nivel global.
Sin embargo, en la próxima década se estima que esta productividad enfrente una serie de desafíos diferentes, con precios que comenzaran a disminuir, dado que las reservas se están recuperando, por lo que se proyecta una desaceleración en el crecimiento económico de los principales países productores. Este posible debilitamiento de los mercados agrícolas podrá hacer que el sector sea menos atractivo para las inversiones, lo que limitara el desarrollo.
Por otro lado, hay que reconocer que las expansiones de la demanda mundial se satisfacen sobre todo por mejoras en la eficiencia, que solo requieren de pequeños ajustes en la base de producción, la superficie de los cultivos y los hatos ganaderos. En el sector de los cultivos, las mejoras de rendimiento serán responsables de 80% del crecimiento de la producción total, mientras que la expansión de la superficie representará solo el 20%.
Se prevé que la superficie agrícola cosechada de los cultivos reflejados en las perspectivas aumente 42 millones de hectáreas (4%) durante la próxima década; casi la mitad de este incremento se produciría en Brasil y Argentina. De ahí que la expansión de la superficie sea el principal motor de crecimiento en América Latina y el Caribe, debido sobre todo al desarrollo del cultivo de soya en dichos países.
Asimismo, la demanda sostenida y los menores precios de los forrajes, apoyan el crecimiento constante de la producción ganadera, con la adición de aproximadamente 4.5 millones de toneladas de carne y 16 millones de toneladas de leche al año. A su vez, la producción pesquera mundial se expandirá un 17%, con un aumento constante del papel de la producción de la acuicultura en la oferta total de pescado.
América del Norte, América Latina y el Caribe, en conjunto, actualmente dominan la producción mundial de semillas oleaginosas, con una participación de casi el 90%, y tienen cuotas significativas de producción de alrededor del 30% para cereales, carnes y productos lácteos; cabe especificar que la producción de cereales se concentra más en el norte, en particular el maíz, mientras que en el sur se centra más la producción de semillas oleaginosas. No obstante de dichos indicadores de crecimiento, el sector agrícola enfrenta crecientes restricciones respecto de la disponibilidad de agua, así como escasez de mano de obra.
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El Despertar del Campo, La Nueva Visión Del Agro…