Placer que florece en primavera 3ª parte
“Una vez que el árbol tira bien la hoja o que entra en dormancia, se puede empezar con lo que es la poda, lo cual se da por ahí del 20 de noviembre en adelante, por lo que la etapa para quitar todo lo seco y cortar la parte superior para que la fruta no esté tan alta y para que baje la sabia, viene siendo todo el mes de diciembre, enero y febrero, de dos meses y medio a tres, porque también podarlos en marzo cuando el frutal ya está volviendo a recobrar vida es malo, por lo que para esas fechas necesitamos tenerlo ya bien podado para no molestarlo y ocasionar daños que puedan mermar la producción”; así lo señaló Alejandro Acuña Pérez, fruticultor de la comunidad de Los Haro, perteneciente al municipio de Jerez, Zacatecas, de la zona de riego de San Antonio la cual es irrigada gracias a la Presa Ramón López Velarde mejor conocida como Presa del Tesorero.
“La preparación del suelo en las huertas hasta cierto punto es algo sencillo, lo primero es meter el arado para quitar las malezas y aflojar la tierra para que entre y retenga la humedad, se prepara la superficie para regar y se aplica el agua de forma rodada, esto se realiza cada y que se tenga la necesidad y que haya la disponibilidad, reconociendo sobre todo que tenemos que tratar de ahorrar agua buscando regar lo más cerca al árbol, justo donde lo requiere, ya que hace años se regaba toda la calle o prácticamente se inundaba la parcela, afortunadamente hoy ya no, ahora solamente se hace un surco lo más junto posible al árbol y por ahí se distribuye el agua dejando así de desperdiciarla perdiéndola en otras zonas que no son de interés”.
Para finalizar, Alejandro Acuña añadió; “aplicamos ciertos nutrientes al suelo en base a las recomendaciones de los ingenieros, pero ahora que nos ayudan a realizar análisis de suelo será más preciso saber que fertilizantes utilizar y no solo hacerlo a criterio, porque muchas veces la tierra, por ejemplo, tiene mucho nitrógeno y el material que aplicamos lleva nitrógeno, o falta potasio y de eso no lleva nada, por lo que no aplicamos lo que en verdad se necesita, también hay veces que demandan algo más, como zinc, fósforo o calcio y otros elementos que por lo general nunca tomamos en cuenta, por lo que este tipo de estudios del terreno nos servirán bastante para poder ayudar mejor al crecimiento del árbol”.
Por otra parte, el también fruticultor de Los Haro, Luis Manuel de Reza Flores agregó; “para que no se pudra la fruta, unos 15 o 22 días antes de cosechar, aplicamos ciertos productos específicos por medio de la fumigación para dar más vida de anaquel al producto, y éste se vaya lo más sano posible al comercio, de otra forma desgraciadamente nos lo regresan o nos dicen que salio podrido y para no tener esos riesgos siempre tratamos de que la fruta esté suficientemente fuerte con buena consistencia para que el comprador también este satisfecho y de esta forma regrese en próximos ciclos”.
“La comercialización se realiza a través de intermediarios, quienes vienen de fuera y nos compran el fruto en fresco a pie de parcela, por lo que aún no hemos podido dar ese valor agregado al producto del que tanto se habla, seleccionarlo, limpiarlo y empacarlo, sobre todo porque no tenemos la paciencia para hacerlo ni la costumbre, aparte de que nos falta conocimiento al respecto y los medios para realizarlo”.
Por último, el Sr. de Reza Flores concluyó; “tenemos que reconocer la importancia de una buena asesoría y capacitación, porque si bien es cierto que nosotros contamos con el conocimiento originado por décadas de experiencia a través del trabajo de generaciones, también necesitamos de los profesionales con práctica e información actual que nos orienten sobre los cambios que requerimos realizar conforme a las condiciones modernas, lo que dé como resultado una buena sinergia que nos permita sacar una mayor producción con mejor calidad, y con una aceptable demanda por parte del mercado”.