Entorno desafiante e incierto
El riesgo natural que implica la agricultura, hasta cierto punto es una condición que siempre ha estado latente, sin embargo, hoy se ve acrecentada, dada la constante amenaza que representa el cambio climático, causante de serias preocupaciones que una vez más confirman las grandes adversidades que aquejan al sector productivo, ya que factores esenciales para el desarrollo de los cultivos, como precipitación y temperatura, se han modificado generando con ello fenómenos atmosféricos devastadores para las plantas, como las granizadas, estrago motivo de enormes pérdidas, por lo que sin duda es uno de los mayores temores para el productor, las cuales se han ido tornando cada día más comunes y frecuentes, y de mayor intensidad.
Aunque los efectos de dichas alteraciones climáticas sobre la producción agrícola, varían de una región a otra, amplificándose en algunas y aminorándose en otras, es esperado que dichos fenómenos tengan consecuencias de gran alcance principalmente en zonas con un régimen climático clasificado como semiárido, por lo que el peligro de granizadas bajo tales circunstancias es mayor. De esta forma, es que Zacatecas, regido bajo tal estrato o categoría, ha sido blanco en diversas ocasiones, por este tipo de calamidades ambientales, que ocasionan desastre en cientos o miles de hectáreas de cultivos, e infortunio y graves bajas económicas para el agricultor, dependiendo de la fuerza y tipo de granizo, así como de la clase de cultivo y su fase fenológica o de crecimiento alcanzado al momento de ocurrencia del siniestro.
Los hay moderados, en medida que solo dañan parte del follaje dando algo de posibilidad al cultivo para que continúe su desarrollo, aunque sin duda demerita la capacidad y el vigor por el deterioro físico infligido, considerando que el golpe genera heridas que hacen susceptible la llegada y propagación de enfermedades. Pero también hay granizadas devastadoras, que destruyen por completo las hojas de las plantas, pulmones de las mismas, siendo imposible el proceso fotosintético, causando así la muerte del cultivo, incluso si está en una etapa de crecimiento avanzado, el granizo es capaz de arrasar con los frutos, por lo que las pérdidas económicas en tal situación hacienden a grandes sumas de capital; lamentable realidad que en el actual ciclo se presentó con serios daños en la localidad de Ramón López Velarde (Toribio) perteneciente al municipio de Calera, Zacatecas, dada una atípica granizada de dimensiones catastróficas que duró alrededor de 30 largos minutos, la cual ha perjudicado gravemente a productores de la región, destruyendo prácticamente una importante superficie de cultivos de chile, frijol, maíz, tomatillo, entre otros, en etapas avanzadas de crecimiento, algunos incluso a punto de cosecharse, triste y frustrante situación que desmoraliza y arruina el empeño y dedicación del agricultor, además de afectar dura y materialmente al poblado, en el cual residen alrededor de 6 mil habitantes, dejando en algunas zonas una altura de hasta 35 centímetros de granizo, lo que saturo de hielo ciertas vialidades y colapsó, por el peso que esto implica, techos de láminas de diferentes viviendas y estructuras, e inundó otras con agua y lodo, provocando así hogares completamente damnificados.
Desafortunadamente es poco lo que se puede hacer para controlar o mitigar este tipo de trastornos meteorológicos inductores de caos, y aunque a escala mundial se han realizado algunos experimentos para inhibir la formación de granizo, disminuyendo el impacto y los daños posibles, no existe aún un método totalmente seguro y económico, que modere tal situación, y que se pueda implementar como una solución real; sin embargo, en ciertas clases de cultivos intensivos y en superficies no muy extensas, como alternativa emplean algunos tipos de redes o mallas antigranizo, que pueden hasta cierto punto proteger físicamente la producción de un daño de esta índole, con la distinción de que son sistemas y materiales comercialmente costosos, lo que incrementa notablemente la inversión productiva, dejando con ello de ser accesible para todos.
Desgraciadamente, a pesar de este desalentador golpe, no hay de otra más que seguir avanzando en la búsqueda de estrategias que garanticen el desarrollo y protección, ante los desafíos presentes y futuros, con la idea de evolucionar al ritmo que lo hace el planeta, lo que se lograra solo a través de la fuerza y vocación de agricultores que sepan levantarse y mantenerse de pie ante los embates del entorno.