Protectores solares para mejorar la acción de los bioplaguicidas

En la actualidad la aplicación de bioplaguicidas (microorganismos, extractos vegetales, minerales, entre otros) es una práctica común en los cultivos agrícolas; que tiene el propósito de protegerlos ante plagas y enfermedades de manera sostenible; sin embargo, estos productos se ven sometidos a factores bióticos y abióticos  que degradan, inactivan y/o destruyen el ingrediente activo o microrganismo que contienen, reduciendo o eliminando la protección que le brindan al cultivo, haciéndolo susceptible al ataque de plagas y enfermedades.

Radiación solar sobre la eficacia de los bioplaguicidas

Desde el momento que se asperja algún bioplaguicida sobre las hojas y tallos de las plantas, estos se ven sometidos a distintos factores que afectan su efectividad. De entre estos factores, la radiación solar es uno de los principales, ya que aquella radiación de onda corta (radiación UV) de entre los 100 a 400 nm suele tener efectos degradantes sobre moléculas del ingrediente activo del bioplaguicida al romper sus enlaces químicos; además de afectar seriamente la viabilidad de los microorganismos.

Por otra parte, la radiación infrarroja (>700 nm) está estrechamente relacionada con la temperatura ambiental. Una alta incidencia de este tipo de radiación ocasiona elevaciones de la temperatura, pues se consideran longitudes de onda caloríficas. Las moléculas químicas y microorganismos que contienen los bioplaguicidas a temperaturas elevadas suelen tener una reducción en su efectividad debido a la desnaturalización de las moléculas químicas y la reducción en el metabolismo o muerte de los microorganismos.

Protectores solares en la eficacia de los bioplaguicidas

Mecanismo de acción. Los protectores solares actúan como una barrera ante la alta incidencia de radiación solar, sobre todo en los meses de verano, al reflejar, absorber o transmitir eficazmente la luz. Los protectores solares se emplean desde hace muchos años en la protección de las plantas y frutas contra los efectos negativos de la radiación solar. Sin embargo, actualmente también son empleados para maximizar la efectividad de los bioplaguicidas, al permitir que el ingrediente activo o microorganismo actúe por mucho más tiempo al evitar que estos absorban la radiación UV e infrarroja en un lapso corto de tiempo.

Tipos de protectores solares. Existen dos grandes grupos de protectores solares. El primer grupo son más conocidos como pantallas solares (sunblocks), los cuales actúan como una barrera física y contienen compuestos inorgánicos no metálicos que reflejan o desvían la luz (caolín, carbonatos de calcio, óxido de zinc, silicato de magnesio, silicio, entre otros). En el segundo grupo son los filtros solares (sunscreens), que forman una cubierta o película sobre la superficie, estos absorben y reflejan la luz solar, permitiendo que lleguen ciertos rangos de radiación (antioxidantes, ceras, pigmentos, ácidos grasos, alcoholes, terpenoides, entre otros).

Manejo de protectores solares

Selección del protector solar. Para elegir adecuadamente un protector solar, lo primero que se debe tener en cuenta es la disponibilidad de productos en el mercado y el precio de su aplicación, según su dosificación. Por otra parte, es necesario conocer el pH del bioplaguicida que se aplicará y en función de este valor seleccionar aquel protector solar con un pH que coincida o al menos cercano para que no exista problemas de inactivación del bioplaguicida al momento de hacer el caldo de aplicación.

Técnica de aplicación. Es indispensable entender que para lograr un buen resultado en la aplicación de algún protector solar junto con un bioplaguicida se tenga en cuenta el tipo de formulaciones, pues de ello dependerá que no se generen incompatibilidades al momento de mezclar los productos. Un consejo práctico es el de mezclar formulaciones sólidas con sólidas y líquidas con líquidas. También es necesario en este caso hacer pre-mezclas físicas entre el bioplaguicida y el protector solar antes de diluirse en agua. Otro aspecto importante es tener en cuenta la calibración de los equipos de aplicación y las boquillas con base en las formulaciones para tener una buena cobertura de acuerdo al mecanismo de acción del bioplaguicida y evitar taponamientos de las mismas boquillas.

Momento de aplicación. Se recomienda de manera general no hacer aplicaciones de bioplaguicidas entre 8:00 y 18:00 h, ya que durante este período la radiación solar es alta y con ello existe el gran riesgo de degradación de los productos. No obstante, se pueden realizar aplicaciones de los productos con un protector solar durante el día, procurando evitar las horas centrales (12:00 a 15:00 h) para lograr una mejor efectividad.

Instituto para la Innovación Tecnológica en Agricultura (INTAGRI)

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