Reemplazos en la ganadería lechera
Las vaquillas de reemplazo constituyen un renglón muy importante para el mejoramiento de toda explotación de ganado lechero; su función es la de sustituir a las vacas adultas que cumplen su ciclo de vida productiva.
Las vaquillas de reemplazo deberán poseer como característica principal, una mejor calidad genética de producción que el promedio del hato; esto tendrá como finalidad lograr un incremento del promedio de producción láctea y aumentar las ganancias de la explotación.
En México, la mayoría de los propietarios de explotaciones de ganado lechero se muestran apáticos para llevar a cabo una crianza adecuada de los animales en crecimiento. Las vaquillas de reemplazo, por lo general, son alojadas en locales inadecuados, alimentándolas con el forraje de desecho de las vacas en producción, o bien, el de peor calidad y sujetas a un deficiente sistema de manejo; esto da como resultado la obtención de animales con crecimiento retardado, apareamiento tardío y con probables problemas de partos distócicos.
De la crianza de la futura vaca y de las acciones que se tomen en esas primeras etapas de cuidado dependerá la calidad, productividad y longevidad de nuestra novilla o vaquillona de reemplazo, la misma que después del parto se convertirá en un activo productivo dentro de la empresa ganadera.
La adecuada planificación de una ganadería de leche, exige una especial atención en la recría pues ella no sólo representa entre el 25 y 30% de la inversión, sino que también nos dirá cuanto se está avanzando o progresando tanto genéticamente como en la rentabilidad del negocio.
Cuidado de la vaca seca. – Este ítem representa el inicio de la crianza de la futura vaca, los cuidados que se le den a la futura madre son determinantes para muchas de las características de la hija que ella está llevando en el vientre.
Lo primero que se debe tener presente es que durante la vida fetal es importante el desarrollo del timo pues él será el responsable de la producción de linfocitos quienes serán los encargados de la producción de anticuerpos para la defensa de la ternera durante su vida, cualquier situación que ocasione estrés será responsable de la producción de corticosteroides que causaran una hipoplasia del timo; además las vacas estresadas no realizan en forma correcta sus funciones metabólicas lo que termina en un problema de inmunosupresión, finalmente hay que tener muy presente las condiciones de bienestar animal debiendo proporcionarles el espacio adecuado (no menos de 60 metros cuadrados por vaca), el espacio suficiente de comedero y bebedero, el área necesaria de sombras, una buena ventilación sin corrientes de aire (ventiscas) evitando en lo posible la mayoría de interacciones entre ellas; todas estas situaciones pueden causar un estrés que podría causar alteraciones en el ADN de la ternera, fenómeno que se conoce como epigenética que causará un menor peso al nacimiento, menor peso al destete y menor producción de leche en la primera lactación.
En todo hato lechero, las vaquillas constituyen el reemplazo de vacas adultas que cumplen su ciclo de vida productiva. También estas sustituyen a aquellas con problemas reproductivos que conforman el grupo de descarte.
Los principales objetivos de las ganaderías de leche es el aumentar su producción bovina; por ello se debe asegurar el adecuado manejo de las vaquillas. De esta manera, tendrán su primer parto al menos a la edad de 2.5 años, y en consecuencia cada vaca producirá más crías durante su vida útil.
Entre los elementos básicos a considerar están:
– Efecto de la raza: la genética Holstein, Brown Swiss, Jersey alcanzan la pubertad a edades más cortas que la genética cebuina.
– Efecto de la temperatura ambiente: el clima muy caliente puede disminuir el crecimiento. Ello bien sea por la disminución de consumo de materia seca, o también causadas por temperaturas muy frías, que requieren un consumo muy alto de energía para mantener la temperatura corporal y disminuir la velocidad de crecimiento.
– Alimentación: para esta etapa el régimen alimenticio es clave en la velocidad de crecimiento. Por lo tanto, es imprescindible que se alimenten con forrajes de excelente calidad, más una sobrealimentación que proporcione niveles de proteína altos para mejorar la ganancia de peso diaria.
– Edad de gestación: es generalmente aceptado que la edad mínima en que debe ser gestada una vaquilla es de 14 a 15 meses siempre y cuando esté en una condición corporal excelente y dependiendo la raza con el mínimo de peso.