Naturalmente del néctar de las flores
Grande es la importancia que poseen las abejas melíferas (Apis mellifera) para los campos, también conocida como abeja europea o abeja doméstica, pues gracias a la polinización que estos pequeños insectos efectúan es posible la producción de alimentos.
La materia prima como néctar, polen, y otros nutrientes, son tomados de las plantas por las abejas para poder tener un buen desarrollo y llevar a cabo actividades reproductivas; a su vez las plantas visitadas por las abejas se ven beneficiadas por un proceso llamado polinización, en el que el polen deja el estambre donde se generó hasta llegar al pistilo en el que germinará, por lo tanto, habrá una aparición de frutos y semillas nuevas, valiosa función que también contribuye a mantener la biodiversidad en los ecosistemas y a su vez ayuda a la producción de alimentos como hortalizas, futas, granos, leguminosas, etc., tanto para consumo humano así como para la alimentación animal.
Estas abejas melíferas se establecen en colonias o colmenas, conformadas por tres castas, la abeja reina, zángano y obrera, cada una con un papel especifico. De la colmena se pueden obtener productos como la miel, el polen y la jalea real.
La miel es un producto completamente natural creado a partir del néctar de las flores extraído por las abejas; néctar que es procesado por los insectos para después ser depositado en celdillas dentro del panal, para finalmente ser extraído en forma de miel por el apicultor, con lo que se consigue un alimento 100% natural no refinado que conserva todas sus propiedades, como minerales entre los que destaca el hierro, potasio, sodio, calcio, magnesio, entre otros, y vitaminas de grupo B y vitamina C, sobresaliendo la vitamina B1 (tiamina), lo que favorece a algunas encimas a descomponer los azúcares para mantener al corazón y al sistema nervioso en buen estado, por ello consumir miel es proveer de energía y salud al cuerpo, siendo así un alimento de gran valor para todos los procesos del organismo humano.
La cristalización natural de la miel obedece a una gran pureza. La miel puede absorber la humedad de su entorno por lo que debe mantener un sellado hermético para su buena conservación, de lo contrario sus características pueden verse afectadas, como lo puede ser su pH, pues su valor normal oscila entre 3 y 6; con un exceso de humedad su fermentación se ve afectada favoreciendo la formación de hongos como lo son las levaduras dañando su pureza y calidad. La acidez de la miel puede llegar a ser similar a la del vinagre, pero gracias a que posee una gran cantidad de azúcares como lo es la glucosa y la fructosa, la hacen sumamente grata al paladar humano.
Hay mieles que poseen un color único, entre los que destacan los colores claros y oscuros; por otro lado, pueden tener una mayor viscosidad o ser más líquidas dependiendo del porcentaje de humedad que tenga. Se habla de aromas delicados y sabores suaves en mieles claras y en mieles oscuras un sabor y aroma más fuerte.
El polen es el polvo fino que recubre las plantas, producto de la reproducción vegetal, mismo que es diseminado por las abejas con lo cual se facilita el proceso de polinización; el polen es recolectado por las abejas directamente de las plantas y lo transportan en sus patas traseras, en estructuras llamadas cestas de polen o corbículas, el material es juntado en forma de bolitas con un tamaño y forma irregular, también tiene un color y un sabor distinto dependiendo de la fuente floral de la que es tomado, cuenta con una capa protectora muy resistente a la humedad y al ataque de hongos y bacterias.
El polen pude ser utilizado como una fuente de energía, puede contribuir al tratamiento en personas con anemia por lo que puede aumentar la hemoglobina y el número de glóbulos rojos, puede estimular el crecimiento y desarrollo de los niños, ayuda en el tratamiento de personas con enfermedad inflamatoria en próstata aumentando la dosis, puede ayudar a prevenir ataques cerebrovasculares o cardiovasculares aumentando la resistencia de las paredes vasculares como lo son venas y arterias; para todo ello es muy importante acudir al médico.
El polen es un elemento básico que usan las abejas para producir jalea real, para lograr esto mezclan sus glándulas salivales con la miel, se puede describir como una secreción lechosa producida por abejas llamadas nodrizas y luego se deposita en pequeñas celdillas fuera del panal para alimentar a la abeja reina y a las larvas, el apicultor toma pequeñas muestras con el propósito de consumo humano. La jalea real es un alimento natural con un alto valor nutritivo y rico en proteínas, también posee minerales como el hierro, calcio, zinc, sodio, magnesio, potasio, y vitaminas como la riboflavina, tiamina, piridoxina y vitamina C.
En el mercado la jalea real puede llegar a ser un producto muy cotizado, pues gracias a sus propiedades curativas, regeneradoras y energizantes, así como su forma de obtención, se posiciona como uno de los productos de alto valor; la jalea real es una sustancia cremosa de color blanco lechoso con grandes cantidades de nitrógeno, propia de un olor picante y de un sabor amargo ácido; a día de hoy se encuentra en forma natural o como cápsulas. Para su cuidado se recomienda almacenar a una temperatura que oscile entre los 10 a 12 grados centígrados en un envase oscuro; la jalea real natural o cruda es altamente vulnerable a las altas temperaturas, a la luz y al calor.
Cabe señalar algo por demás interesante, la organización de la colmena, que como anteriormente se mencionó, está conformada por tres castas, la abeja reina, los zánganos y las obreras. La reina sale al exterior para ser fecundada por los zánganos y esta fecundación será para el resto de su vida, que dedicará a poner huevos para que nazcan nuevas obreras; deposita un huevo en cada celda, si es sin fecundar dará un zángano, si es fecundado una obrera. La vida de la reina puede ser de hasta 5 años, aunque a partir de los 2 años disminuye su rendimiento por lo que debe cambiarse cada 2 años por lo menos; la reina virgen emerge unos 15 a 16 días después de puesto el huevo.
Los zánganos son la abeja macho, que nace a los 24 días de puesto el huevo. Su cuerpo es más grande y redondo como también la cabeza; su principal función es fecundar a la reina. No posee aguijón.
Las obreras son las verdaderas trabajadoras de la colmena; desde que nace una obrera va pasando por distintas tareas dentro de la colmena; como nodrizas, limpiadoras, ventiladoras, constructoras, fabricantes de panal, guardianas y exploradoras. Puede volar a unos 3 kilómetros de distancia, aunque normalmente no se alejan más de 1 kilometro en busca de flores. Son las más pequeñas y viven aproximadamente 45 días en verano y hasta 3 meses en otoño e invierno. El ciclo biológico total desde que es depositado el huevo hasta que nace la obrera dura 21 días.
El consumir miel es proveer de energía al cuerpo puesto que es un alimento natural de gran valor para todos los procesos del organismo humano.
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