Avanzando en el nuevo desafío

Con gran recelo, pero optimistas seguimos avanzando en el nuevo desafío que representa el año 2023, ciclo incierto que a pesar de ello confiamos será un periodo alentador y fértil para el campo, donde los ánimos se aviven, dejando atrás problemas y crisis que limitan el progreso y bienestar, entendiendo que el cuidado y la pasión por la madre tierra son indispensables, ya que como toda protectora desinteresada nos ha ofrecido sus mejores frutos aun en los tiempos más difíciles, siendo ahora el momento justo para regresarle ese cariño concedido a través de los alimentos gracias a los cuales sobrevivimos, reconociendo y posicionando con ello al campo como el entorno productivo que personifica el presente y el futuro no solo del país sino de la humanidad entera, agradecidos, de que a pesar, de que la tarea de cosechar el alimento del suelo es cada día más difícil, será el talento, ingenio e innovación de hombres y mujeres con vocación y un alto sentido del esfuerzo y el compromiso, lo que nos mantendrá sin hambre proveyéndonos la comida necesaria para seguir viviendo, para lo cual será decisivo el desarrollo de una actitud retributiva que fortalezca el respeto y admiración por el campo y sus valores.

Sin duda el escenario agroproductivo internacional es errático e impredecible, como es la propia agricultura dada su naturaleza, no obstante, su desarrollo sigue constituyendo unos de los instrumentos más eficientes para poner fin a la pobreza extrema, impulsar la prosperidad compartida, la seguridad y alimentar a una población que se espera llegue a 9,700 millones de habitantes en 2050.

Afortunadamente y a pesar de los serios problemas que ha traído el conflicto geopolítico en Europa del Este y los efectos del cambio climático en el sector primario, los cuales han afectado directamente la oferta de granos básicos e insumos, la capacidad productiva y propician inflación, se prevé que la producción agrícola mundial aumentará durante el próximo decenio, en respuesta al incremento en la demanda, aunque a un ritmo más lento que el observado en décadas pasadas.

Según las previsiones la mayor parte del crecimiento ocurrirá gracias a las mejoras en productividad, debido a la intensificación y a los cambios tecnológicos actuales que conducirán a una disminución adicional de los precios reales de los productos básicos, pese a las crecientes restricciones a la expansión de la tierra agrícola en algunas regiones. Los aumentos de productividad provendrán de un uso más intensivo de insumos agronómicos (fertilizantes, pesticidas y riego), lo cual puede disminuir los requisitos de uso de la tierra, así como de cambios técnicos (por ejemplo, mejores variedades de cultivos) y aumentos de la eficiencia técnica (por ejemplo, mejores prácticas de cultivo) que reducen los insumos requeridos por unidad de producción.

No obstante, de los grandes retos que la modernidad configura, expresamos nuestro deseo de que este nuevo ciclo sea reconfortante, más productivo y exitoso para todos.

El Despertar del Campo, La Nueva Visión Del Agro…

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