El Despertar del Campo

Leche y queso de cabra de primera calidad

Oly Granja y Quesería, es una destacada empresa familiar que empezó criando ganado caprino en Apaseo el Grande, Guanajuato, siendo la necesidad y el interés de hacer más eficiente la producción la que los fue acercando poco a poco a personas con un amplio conocimiento en el ramo. Debido a los problemas en la comercialización de la leche que tuvieron en aquellos tiempos cuando iniciaban, fue que se atrevieron a subir al segundo escalón dentro de la cadena productiva que es la transformación de la leche de cabra, siempre fortalecidos con la mejor genética en sus animales para transformar una leche de primera calidad y a su vez para elaborar un queso de leche de cabra a la altura de los paladares más exigentes, lo que cautivo la preferencia del consumidor gracias a lo cual han logrado cerrar el tercer eslabón de la cadena que es precisamente la comercialización de sus productos.

El trabajo en equipo, la pasión y la entrega que se ha puesto en el proyecto desde 1980 ha sido la fuerza que les ha permitido mantenerse vigentes contra todo desafío, respaldado por la dedicación, el empeño y el profesionalismo que sus fundadores han puesto en cada uno de los productos que ofrecen al mercado y que los distinguen dentro de él.

“Nuestra granja tiene trabajando desde 1980 en Apaseo el Grande, Guanajuato, por lo que ya son más de 40 años de esfuerzo y dedicación diaria para llevar hasta la mesa del consumidor un producto sano, altamente nutritivo y de gran sabor, y dentro de la elaboración de quesos tenemos alrededor de 20 años de experiencia, lo que nos ha dado la práctica y conocimiento necesario para crear liderazgo dentro de este noble ramo productivo”; así lo compartió amablemente el Médico Veterinario, José Manuel Oliveros Ibarra, líder de Grupo Oly.

“Las razas que mayormente aprovechamos dentro de nuestra granja, es la Saanen, también tenemos algo de Alpina Francesa, Toggenburg, un poco de Nubia lechera y algo de Lamancha, siendo que estas son las razas más especializadas en la producción de leche, y llevamos prácticamente 30 años trabajando en registro y líneas genéticas puras, tratando de hacer una excelente genética. En la granja tenemos alrededor de 1,000 cabras”.

“Dentro de las bases principales para una buena producción de leche de cabra, sin duda la más importante es la alimentación, que para mi es la que más impacta tanto en los costos como en el rendimiento productivo; otra seria las instalaciones, la ordeña, el manejo sanitario y un buen trabajo en equipo consciente y comprometido, son igualmente pilares que siempre hay que estar cuidando. Pero en general yo podría decirles que, si les dan bien de comer a los animales, todo lo demás se da por añadidura”.

“El consumo de leche de cabra en México es muy localizado y por lo general es de autoconsumo, pero cualquier industria que este comercializando leche fluida vería ese segmento como una gran oportunidad, y la verdad es que precisamente ahí es donde está el trabajo, el comenzar a picar piedra, para promover y posicionar este tipo de leche en el gusto real del consumidor, buscando y desarrollando nichos que demanden de ella. Por otra parte, el caso de los quesos satisfactoriamente ha tenido una gran expansión, va muy bien, ahora más que nunca están demandando el queso de cabra muchísimas tiendas, restaurantes y el consumidor en general, que ya le esta dando la importancia que merece este alimento, por lo que como productores nos ha dado un notable rango de competitividad dentro del mercado, destacándonos con quesos que en realidad están para competir a nivel internacional”.

Para finalizar, el Médico Oliveros Ibarra agregó; “mi papa comenzó con 20 cabritas, y son precisamente mis padres los pilares de esta empresa, que yo creo que nunca pensaron en lo que podríamos llegar a lograr y la visión que tenemos hoy en día más empresarial, resaltando aquello que mi padre decía, que debemos demostrar que la caprinocultura es un negocio rentable, sustentable y que puede uno vivir bien de ello”.

“Cuando mi papá se dio cuenta de que las chivas aparte de dar cabritos para comer, también producían leche, surge la idea de un negocio más, y de ahí surge el proyecto de organizar una cooperativa, que para mi fue el éxito que llevó a muchos productores a cambiar la visión de ser solo ganaderos a pasar a ser agroempresarios, abriendo su mentalidad al cambio y poniendo un poco de mayor valor agregado al producto”.

Comenzaron utilizando procesos muy artesanales, que aun hoy siguen conservando, pero ahora acompañados por un sistema de calidad e inocuidad que da una mayor confianza y seguridad al cliente. La leche que procesan en su planta es ordeñada en granjas caprinas con las normas más estrictas de inocuidad y provenientes de cabras sanas que garantizan la mejor materia prima para la elaboración de sus productos dándoles la frescura y calidad que el consumidor merece, transformando 10 mil litros de leche y elaborando 39 diferentes variedades de queso.

En Oly Granja y Quesería cuentan con un sistema de crianza asistida. Esto es que las cabras cuando están por tener a sus crías hay personal permanentemente con ellas para asistir el parto, y una vez que nace el cabrito es llevado a un área especial (como un tipo cunero) donde se encargan de su cuidado hasta que cumple los 70 días de nacido, por varias razonas, una de las más importantes es evitar la transmisión de enfermedades que podrían adquirir, asegurándose de esa forma de que todos los chivitos nacidos lleguen a sus edad adulta, trabajo demandante pero muy necesario para el buen desarrollo de las cabras.

Espera la 2ª parte de este interesante reportaje, en próximas ediciones…

Digna familia de caprinocultores comprometidos con una rica tradición productiva desde 1980.