Frutos deslumbrantes 2ª parte
Descrito en la primera parte del reportaje como producto del esfuerzo y la nobleza del campo, la producción de chile, es un tema con un extenso abanico de información, por lo cual se da seguimiento al desarrollo del contenido en esta su segunda entrega, a través del amable intercambio de experiencias vertido por el gerente y responsable de campo de la empresa Agrícola Manos Unidas, Jorge Arturo Reyes y Manuel Agustín respectivamente, situada en Chaparrosa, Villa de Cos, quienes delinearon parte del proceso para el cultivo y cosecha de este valioso fruto.
“Lo que son los chiles híbridos, los cortamos y los estamos mandando a una secadora en el Barril, Villa de Ramos, San Luis Potosí, con unos amigos quienes nos hacen el favor de deshidratar el producto, empacarlo y comercializarlo, lo que nos ayuda por el hecho de que tenemos que realizar menos maniobras, y los criollos los cortamos, pero hasta que se secan naturalmente en la mata y se van a la bodega para darles su proceso de apartado y empaque, son empacados en costales de 10 kilos y se envían a la ciudad de México o a donde esté el cliente”; así lo señaló Jorge Arturo Reyes.
Por su parte el Ing. Manuel Agustín agregó; “por lo regular optamos con acolchar con plástico color plata porque da un poco menos de temperatura en comparación con el negro, aparte de que nos ayuda a reflejar la luz hacia arriba para tener un poco más de control sobre plagas, dado que como hay más luz en las hojas ya no se arraigan tanto los insectos y tiene más intensidad de luz la planta también para sus procesos fisiológicos; asimismo el acolchado es bueno para retener la humedad y para disminuir la presencia de maleza en comparación sobre todo a un suelo desnudo”.
“Son plantaciones del 20 al 25 de abril, y la verdad es que tuvimos bastantes problemas para que se arraigaran bien, se atrasaron por cuestiones de clima, ya que las temperaturas en esos tiempos fueron muy elevadas y sumado al estrés generado en la planta por la acción de su trasplante, muchas se secaron, habiendo lugares donde tuvieron perdida por mitad de sus parcelas”.
“Algo que tiene este híbrido Vetagrande es que demanda mucha agua por lo que hay que tenerlos siempre a su nivel, que no falte, pero tampoco que sobre porque es cuando se empiezan a enfermar. Este material apenas lo empezamos a trabajar el año pasado, este es el segundo año que lo plantamos y esta mucho mejor la verdad es que va pintando para un mayor rendimiento que la temporada pasada”.
“Cosechando ya y con todo el chile de hasta arriba que le llamamos arrastre son 4 cortes bien hechos, el primero es lo que nombramos como la calienta y si sale buena cantidad de kilos, pero ya lo que es el segundo y tercer corte es lo que lleva una mayor calidad y más rendimiento; el año pasado obtuvimos alrededor de 3 toneladas de chile ya seco, pero tuvimos muchos problemas, y este año estamos esperando primero Dios las 5 toneladas en seco, pues logramos mantener un mejor control y ya conocemos mejor la planta”.
“Traemos una densidad aproximada de unas 34 mil plantas por hectárea. Aquí el golpe de sol si afecta, pero con el manejo que hicimos ahora traemos un poco más de hoja, porque el año pasado teníamos menos y hubo mucho chile del que conocemos como lacreado, probablemente traíamos hasta un 30% de la producción, y esta vez se ve menos, estimamos un 5% cuando mucho. Para aclarar, el chile lacreado es el que se empieza a secar de lo que es la punta y es por exceso de calor, y aunque los tengamos bien hidratados de todos modos ese problema llega debido a la alta radiación, y todo ese chile ya es merma, se pierde, siendo que con el tiempo se cae de la planta y ya no alcanza a desarrollarse bien”.
“Para el riego aun no tenemos lo que son sensores de humedad, mucha gente trabaja con sensores, por lo que nosotros nos basamos más o menos en la etapa en que van, y vamos observando diariamente las necesidades de la planta, siendo que se nota cuando empieza a deshidratarse, así como cuando está bien hidratada. Al inicio empezamos con riegos muy cortos de 2 horas o hasta 3 cada 6 o 7 días, cuando en la etapa de fructificación si demanda hasta 12 horas cada tercer o cuarto día aproximadamente”.
“En cuanto a minerales y nutrientes, los vamos proporcionando según el análisis previo de suelo, con el que sabemos que elementos tenemos antes de plantar, con lo que nos vamos guiando para hacer que la planta nos produzca lo más cercano al 100%; y ya por el agua en la cintilla manejamos lo que es el fertirriego, donde cada 10 o 12 días aplicamos una solución nutritiva la cual lleva de todo, una buena porción de nitrógeno, demanda también mucho fósforo, y ya al empezar a cargar el fruto empezamos a meter un poco más de lo que es el potasio para que se hagan chiles más carnosos; en floración metemos calcio, aplicamos buena cantidad de nitrato de calcio para que haya un buen amarre y no tire tanta flor, reconociendo que es una planta que demanda de mucho fertilizante es un cultivo muy comelón”.
“Aquí la fuente nitrogenada es el fosfonitrato, en todo el ciclo más o menos aplicamos unos 100 kilogramos por hectárea, más aparte lo que adicionamos en el fondo donde metemos lo que son triple dieciséis, también fósforo, nitrógeno y potasio, aplicamos alrededor de 600 kilos; entonces estamos aplicando más o menos alrededor de unas 180 unidades por hectárea de nitrógeno, en fósforo tratamos de alcanzar unas 220 unidades y de potasio sobre unas 150, de calcio llegamos a unas 50 unidades, y más o menos en esos rangos ha trabajado bien la planta”.
“En plagas tanto el año pasado como este lo que nos ha dado más guerra es el gusano, el cual empieza a comerse la hoja, aunque este año no ha sido tan complicado como el anterior siendo que lo hemos tenido más controlado, siendo un insecto que esta pegando muy fuerte en los últimos años pues con el calor se arraiga más bien en las plantas. Y en cuestión de enfermedades, con las lluvias se viene más lo que es el damping-off, conjunto de hongos que se impregnan en las raíces de las planta sobre todo cuando el suelo se satura de agua, por lo que desde el inicio empezamos a meter fungicidas tanto químicos y después de cierto tiempo lo trabajamos con fungicidas orgánicos o biológicos”.
“Innegablemente dependemos al 100% del clima, y los fenómenos naturales para nosotros en la agricultura son muy peligrosos, gracias a Dios hasta el momento no nos ha tocado algún tipo de estos siniestros, pero si se diera un fenómeno como una granizada, podemos hablar de que la planta se acabaría en cuestión de minutos y por tanto simplemente se perdería la cosecha, si fuese una plaga tendríamos un poco más de margen de maniobra para poder combatirla, pero contra desastres naturales realmente es poco lo que se puede hacer, llegan y en un rato acaban con todo».
Para terminar, el Ing. Manuel Agustín concluyó; “para que la situación del campo mejore tenemos que cambiar principalmente nuestra mentalidad, ser más receptivos y abiertos al cambio, dejar de ver la agricultura de forma tradicional como hace 50 años se trabajaba, sino más bien innovar y verla como un verdadero negocio, una empresa, donde necesitamos de capacitación y buena asesoría para entender mejor el entorno y los cambios del planeta, lo que nos ayude a obtener una buena cosecha y con ello una retribución justa de nuestro trabajo, dándonos la capacidad de poder seguir invirtiendo, de lo contrario pues simplemente no hay el recurso suficiente para darle lo necesario a la planta cuestión por la que muchos productores han fracasado”.
“Se necesita que abramos nuestra mente y no estar en contra de la tecnología, siendo que está ha sido creada para mejorar, por lo que hay que hacer uso de ella”.
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