Facilidad de riego aun bajo condiciones desafiantes
Los cañones viajeros son sistemas de irrigación móvil, auto enrollable y eficiente, que en esencia consta de dos partes, una enrolladora y un cañón que va montado sobre un vehículo; la enrolladora es conectada a cualquier fuente de agua y el cañón la expulsa a presión, asperjando así grandes superficies.
“Estamos importando sistemas de riego italianos, conocidos como cañón viajero, cuya función es similar a un pivote central o frontal, con la ventaja y la versatilidad de que se puede cambiar a diferentes terrenos, no tiene que estar fijo, se riega una tabla y cuando se termina se puede girar y regar hacia el otro lado, o bien, cambiarlo al siguiente hidrante, también si se renta un rancho, se puede llevar con facilidad, entre muchas aplicaciones más a las que es posible adaptarlo”; así lo señaló el Ing. Edgar Damián Ledesma López, representante y comercializador de cañones viajeros.
“Su funcionamiento es sencillo, se desenrolla la manguera conectada al carro que lleva el cañón y se lleva a la cabecera contraria para iniciar a regar; el agua a presión pasa por una turbina la cual acciona una transmisión que sirve para dar la velocidad requerida, trae unos marcadores que indican si está a 15 metros por hora, a 40 metros por hora, con lo que se pueden establecer laminas de riego más uniformes, si es que queremos que nos riegue 4, 12 o 20 centímetros o un riego pesado, nos lo dará sumamente parejo”.
“Una importante ventaja, es su simulador de agua de lluvia, que alcanza un radio de 60 metros o poco más si hay un buen volumen de agua, esto quiere decir que abarca un diámetro de 120 metros por 400 metros de largo, y al ser como lluvia ayuda a mitigar un poco efectos de algunas plagas como el gusano cogollero, la araña roja, trips, pulgón, entre otras, las cuales por mucha agua que apliquemos por abajo y el ambiente este seco nos van acabar; asimismo, en cultivos de alta densidad como la alfalfa, avena, triticale, donde las plantas compiten por nutrientes, agua y espacio, pero sobre todo por luz, lo que estimula a que estén peleando por crecer sino el vecino les tapara la luz, y si solo se riega por abajo sin que halla mucho aire que la este moviendo, la planta se va elongar demasiado lo que resulta en más tallo que hoja; caso contrario, si desde chica a la planta le estamos dando esa sacudida ligera con la simulación de la lluvia, esto hace que la planta produzca más lignina abajo (sustancia natural que forma parte de la pared de células vegetales, a las cuales da dureza y resistencia) por lo que se amaciza más, esto reduce los tallos y da más hoja, lo cual quiere decir, que una alfalfa, por mencionar un ejemplo, regada con este sistema, aunque aparentemente este un 5 o un 8% más chaparra, las pacas van a salir más pesadas y de mayor calidad al generar una mejor relación tallo-hoja”.
“Otro de sus atributos es su durabilidad, ya que su vida útil está entre los 25 a 30 años, siendo así que la inversión por la adquisición del equipo será una sola vez cada 2 o 3 décadas, por lo que su huella de carbono es muy baja en comparación a otros equipos o sistemas donde cada año o cada dos años se están desechando. Por ejemplo, en Europa podemos encontrar que están trabajando con este tipo de sistema, siendo que en aquellas regiones ven las cosas más a largo plazo, implementando manejos más holísticos, bajo la percepción de que si hacen algo hoy saben que las consecuencias les van a repercutir a futuro”.
Para finalizar en esta primera parte, el Ing. Ledesma López agregó; “el cañón viajero riega todo el terreno, con la ventaja de que se puede programar la velocidad deseada, según el gasto que sea necesario, dejando así la misma lamina de riego en cualquier parte de la superficie, por lo que se distribuye una lámina sumamente uniforme”.
Espera la 2ª parte de este interesante artículo, en próximas ediciones…