Placer que florece en primavera 2ª parte

Descrita como una época deslumbrante a la temporada de floración en huertos de árboles como el ciruelo y el durazno, en la primera parte de este reportaje enfocado en el cultivo de frutales, tema con un gran cúmulo de información por lo que se da seguimiento en esta su segunda entrega a través del amable intercambio de experiencias realizado por los señores Luis Manuel de Reza Flores y Alejandro Acuña Pérez, fruticultores de la comunidad de Los Haro, perteneciente al municipio de Jerez, Zacatecas, de la zona de riego de San Antonio la cual es irrigada gracias a la Presa Ramón López Velarde mejor conocida como Presa del Tesorero, quienes coincidieron en señalar la importancia de esta etapa de desarrollo en la cual se deben de aplicar los mejores cuidados posibles al árbol, generando con ello las condiciones idóneas para un correcto cuajado del fruto, lo que en si asegure una buena cosecha.

“La verdad es que hemos crecido junto con los frutales, los duraznos, ciruelas, manzana, chabacano, por lo que hemos estado en esto desde que éramos pequeños, de este modo podemos decir que es una labor que apreciamos y nos apasiona bastante, ya que realmente nos viene de hace varias generaciones atrás, desde mis abuelos y mis padres quienes nos han enseñado a trabajar en esta actividad productiva”; determinación realizada por el fruticultor Luis Manuel de Reza Flores, sucesor de generaciones dedicadas al campo.

“Afortunadamente en este sector hemos observado un significativo avance, ya que cuando nosotros comenzábamos, me acuerdo, todavía traíamos la yunta de mulas, por lo que era un trabajo más difícil y sin los recursos necesarios para mantener los arboles como ahora están gracias a la mecanización a través de la llegada de tractores e implementos, y hoy en día aún mejor mediante el desarrollo constante de la tecnología la cual esperamos poder seguir adoptando y aplicando según nuestras posibilidades para poco a poco ser más eficientes, requiriendo de menos mano de obra y obteniendo mayores y mejores producciones sin que dañemos los suelos o el medio ambiente”.

Por su parte, Alejandro Acuña Pérez agregó; “el diseño de los huertos en esta región por lo general están plantados a una distancia entre arboles de 2.60 metros, y 4 metros entre cada línea o de ancho de calle, lo que más o menos da una densidad de 850 a 1000 plantas por hectárea”.

“Los árboles se plantan chicos y luego se injertan, de ahí a los 3 años empiezan a dar sus primeras frutas que es cuando se dice que comienzan a muestrear o a ensayar, después paulatinamente conforme la planta se va haciendo más fuerte y resistente empieza a producir más o ya en forma, que más o menos sucede del quinto año en adelante y de ahí se puede ir hasta los 15 años produciendo según el trato y el cariño que le ponga uno al árbol, ya que si los abandonamos a los 3 años nos los acabamos, pero si le echamos ganas, les damos de comer bien, los vamos a levantar y cuidamos su salud nos pueden durar 15 o hasta 20 años, sin explotarlo de más y dándole un buen cuidado”.

Para finalizar, Alejandro Acuña señaló; “dependiendo la clase de variedad de la fruta es el tiempo que tarda su maduración, pero por lo general empezamos a cosechar como el día 20 de junio y de ahí seguimos cosechando prácticamente hasta octubre, ya que terminamos con una variedad de ciruela o de durazno y empezamos con otra, terminando de esta forma con la recolección de los frutos por allá del mes de octubre”.

Desde una perspectiva social y económica, la producción frutícola detenta una vital relevancia, ya que además de ser generadora de una importante derrama de recursos, posee un gran valor por el tipo de alimento que proporciona, sabroso y nutritivo.

Espera la 3ª parte de este interesante reportaje, en próximas ediciones…

 

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