Cerrar la brecha de género en el campo podría lograr 30 mil millones más de tazas de café por año
El empoderamiento de la mujer en el campo mexicano sigue siendo una tarea pendiente. Es en este marco en el que Yara, empresa líder en nutrición de cultivos a nivel global, llevó a cabo en días pasados en la ciudad de Puebla su primer Taller de Capacitación para Caficultoras, en el que las invitadas fueron las mujeres de la Alianza de Mujeres de Café (IWCA por sus siglas en inglés).
La agricultura es una actividad económica y una forma de identificación cultural de la cual las mujeres siempre han formado parte; de hecho, la mitad de la mano de obra agrícola en el mundo es femenina. Pero es hasta ahora que se comienza a reconocer su trabajo, al hacer su participación más visible, no solo como jornaleras, sino también como productoras y tomadoras de decisiones.
En nuestro país, más de 750 mil mujeres son productoras (15% del total de productores a nivel nacional). Destacan, sobre todo, en el cultivo de café, y se encuentran principalmente en los estados de Oaxaca, Puebla, y Chiapas. Ellas labran la tierra, siembran y cuidan los cultivos para producir los alimentos que llegan a nuestra mesa diariamente.
Sin embargo, la sociedad tiene una tarea pendiente con ellas. Las desigualdades de género no son una excepción en el ámbito donde justamente toman vida los cultivos y alimentos; esta brecha alcanza entre un 4% y un 40%, dependiendo el cultivo y el país. La diferencia es aún más marcada en la producción de café (cultivo estratégico en México: nuestro país es el 11º productor mundial), ya que aunque hasta el 70% de la mano de obra está conformada por mujeres, solo un 30% de las fincas son operadas por ellas, y, en general, las mujeres tienen menor acceso a los recursos como la tierra, el crédito y la información. El empoderamiento de las mujeres sigue siendo un gran reto.
Liz Gómez, Gerente Comercial de la Zona Centro Golfo para Yara México, indicó: “Sentimos una enorme responsabilidad por construir oportunidades que beneficien por igual a ambos géneros en el campo mexicano. Por ello, realizamos talleres para acompañar a las agricultoras a mejorar sus prácticas, para que produzcan más y mejor, y para reconocer su gran esfuerzo, porque sabemos todo lo que hay detrás de cada taza de un buen café”.
Es en este marco en el que Yara, empresa líder en nutrición vegetal a nivel global, llevó a cabo en días pasados en la ciudad de Puebla su primer Taller de Capacitación para Mujeres Caficultoras; en él se revisaron distintos temas relacionados con toda la cadena productiva del grano, mediante conferencias y talleres liderados por expertos del sector. Las invitadas fueron las mujeres de la Alianza de Mujeres de Café (IWCA por sus siglas en inglés, organización internacional que busca impulsar vidas significativas y sustentables de las mujeres cafetaleras), en su capítulo México, específicamente el grupo formado en la Sierra Norte de Puebla.
“Buscamos capacitarnos, por eso agradecemos muchísimo esta oportunidad. El café es nuestra vida y nuestra pasión. Esta organización nace [del objetivo] de unirnos como género… [sabiendo que] aportamos a nuestro país una solución”, mencionó Beatriz Hernández, vocal de dicha alianza, “ya que actualmente nosotras somos quienes atendemos el cultivo, puesto que nuestros compañeros emigraron, y quien se quedó a cultivar el café son las mujeres, y buscamos una retribución equitativa a ese trabajo”, agregó.
El Dr. Félix Martínez, presidente de la Asociación Nacional de la Industria del Café (ANICAFÉ), habló sobre el mercado del aromático y su comercialización en México. Aspectos de una taza de café de especialidad, el proceso de catación, el tueste, los diferentes procesos del café, el manejo óptimo del cultivo para obtener la mejor calidad, el lanzamiento de la solución NuestroCafé by Yara, y un foro de experiencias con caficultoras ganadoras del Yara Champion Program Coffee fueron otros temas que se tocaron.
“El gran conflicto que tenemos en nuestras comunidades es que a nosotras nos hacen a un lado por el hecho de ser mujeres. Los hombres todavía nos consideran mano de obra, nada más”, mencionó Catalina Santillán, quien forma parte de la Alianza y es Presidenta del grupo de Tlaxco, Puebla.
La sociedad no está todavía acostumbrada a que “una mujer sobresalga”, como ella indicó, de ahí la necesidad de desaparecer las brechas de desigualdad. Si las condiciones de juego se nivelan, las mujeres podrían aumentar sus rendimientos agrícolas en un 20 a 30 por ciento, según la Organización para la Agricultura y la Alimentación. Además, acorde a datos de la International Coffee Organization, cerrar la brecha de género podría lograr la producción de 30 mil millones más de tazas de café por año.
Los beneficios que se obtienen al cerrar la brecha de género son significativos y hay un rol tanto para el sector público como para el privado, así como para los consumidores, para fomentar el empoderamiento de las mujeres en todos los sectores, incluido el campo mexicano.