Noble campo productor de carne 2ª parte
Descrito en la primera parte de este reportaje como un ramo que cimenta sus bases en la calidad de la carne y la eficiencia de su producción, la porcicultura es un sector con amplio abanico de información, razón por la cual se da seguimiento al desarrollo del tema en esta su segunda entrega a través del amable intercambio de experiencias vertido por productores y técnicos especialistas en la materia, tales como Ángel Ibarra Almaraz y Braulio Juárez Recendez, propietario y coordinador operativo respectivamente de la Granja Porcina Santa Elena, situada en el municipio de Río Grande, Zacatecas, que en términos generales es una unidad de producción de ciclo completo, donde se tienen las etapas de gestación, maternidad y engorda, desde el destete hasta finalización.
“Después de calar con borregas, venta de huevo, decidí meterme a los puercos y ahí fue donde me quedé, ya que satisfactoriamente encontré que está actividad me quitó el estrés, y vi que aquí estaba el clavo, dado que vendía los animales y si me quedaban buenas utilidades, y desde entonces así me la he llevado paso a pasito y poco a poquito, hasta ver hoy una granja formal y algo más tecnificada, donde podemos, a través de un medico que nos apoya, programar los partos, y antes no era así, por lo que eran la 1 o 2 de la mañana y a esa hora me tenia que ir a la granja a recibir los partos, pero hoy el poder programar es una gran ventaja, ya que es cuestión de llevar bien las cuentas de la gestación e inyectar para programar que el parto sea en el día para mayor facilidad y practicidad”; así lo señaló el Lic. Ibarra Almaraz.
Por su parte, Braulio Juárez agregó; “normalmente programamos los partos por la mañana, ya que por lo general aquí en la granja nada más estamos otro empleado y yo, y el compañero solamente trabaja en el turno de día, por lo que en la noche prácticamente se queda solo, de ahí que sean programados para el día tratando de simplificar y eficientizar el trabajo”.
“Sin duda la inseminación es fundamental, ya que sino tenemos puercas inseminadas automáticamente no van ha ver puercas cargadas, ni lechones, ni engorda, ni nada, por ello es vital para la producción tener el mayor tiempo posible a las hembras gestantes, y lo que estamos haciendo aquí es trabajar por bandas, donde una semana se insemina, una semana se desteta, otra semana se cargan, y así a grandes rasgos vamos haciendo un ciclo, para irle dando movimiento, y toda la puerca que no está quedando cargada detectarla en el momento justo con la banda completa; es más fácil y viable detectar a una puerca cuando cargas 10, que a una puerca cuando cargas una”.
“Ya en lo que es la fase de engorda, hacemos un promedio de cuántos animales caben por corral, pero como todo animal más grande, lógicamente come más que el más chico, por lo que vamos apartando a los más chicos para que se vayan igual, pero por lo general se van parejos todos”.
“Una de las ventajas de esta granja, es que también tiene asegurado el comercio con la otra parte del negocio llamado venta de cerdos El Rosario, por lo que simplemente no batallamos por comprador, solamente hay que programar y abrir el espacio para comercializar el animal en canal. Son canales magras las cuales llega el carnicero y prácticamente nos las arrebata de la mano; no son animales grasosos, como los que hay muchos en la región, siendo que son puercos de rancho o traspatio, engordados con maíz o desperdicios, en cambio nosotros en la granja, cada fase lleva su dieta apropiada, por ejemplo, en inicio damos un aditivo, que es el cebo de res, lo que hace un alimento con mayor palatabilidad, en términos generales el concepto es de que entre más chico más grasa debe de tener el animal y entre más grande menos grasa, ya que va llegando el momento en que el puerco lo que queremos es que genere carne”.
Espera la 3ª parte de este interesante reportaje productivo, en próximas ediciones…
Salvador Juárez / El Despertar del Campo
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