Panorama agrícola
La agricultura es un sector relativamente pequeño en México, y a la baja con respecto a la economía total según cifras preliminares del INGEI; sin embargo, dicho planteamiento por si solo minimiza la importancia económica y social del ramo, teniendo en cuenta sobre todo que la agricultura proporciona empleo al 13% de la población, lo que representa unos 3.3 millones de agricultores y 4.6 millones de trabajadores asalariados y familiares no remunerados. De mayor relevancia aún para el desarrollo territorial es el hecho de que aproximadamente el 24% de la población total vive en zonas rurales.
El hecho de que muchos agricultores del campo mexicano no sean profesionales en ese ramo presenta un enorme obstáculo ya que están aislados de las fuentes de tecnología y se encuentran solo usando métodos empíricos transmitidos de generación en generación, dando como resultado conocimientos limitados, y la agricultura para que empiece a formar parte del desarrollo económico requiere una actualización constante para crecer, pero no hay programas efectivos para lograrlo. Por el lado de la oferta, los institutos de investigación y las universidades no tienen programas establecidos para la transferencia de tecnología, por consiguiente, las instituciones no están todas conectadas entre sí en el nivel de campo y la agricultura mexicana.
En el contexto de la producción agrícola, misma que se caracteriza por una baja productividad en general y por una marcada reducción de la población agraria, es imprescindible desarrollar programas que respondan de manera adecuada a las diferentes metas de reducción de la pobreza y aumento de productividad y competitividad con ello impactando directamente en el desarrollo económico y por consiguiente el impacto directo en las finanzas públicas. Si el objetivo es desarrollar el campo mexicano y por consiguiente reducir la pobreza rural, los programas deben dirigirse a los agricultores de bajo potencial productivo.
Los problemas que plantea la agricultura mexicana se complican aún más por el hecho de que, si bien las empresas agricultoras ya industrializadas son responsables de una mayor proporción de la producción, los agricultores medianos y pequeños controlan la mayor parte de los recursos naturales, sobre todo en materia de suelo y biodiversidad. La ordenación de esos recursos para la sustentabilidad de la producción de alimentos básicos en el largo plazo es importante y debe ser una prioridad.
Una vez más agradecemos su atención, y lo invitamos para que nos comparta sus comentarios, creando con ello un vínculo dinámico que promueva pasión por el campo y sus valores.
El Despertar del Campo, La Nueva Visión Del Agro…