Rotación de cultivos 2ª parte
Principios generales a la hora de implementar un plan de rotación de cultivos.
La técnica de rotación de cultivos tiene cierta base teórica que debe seguirse si se quiere garantizar el éxito a la hora de implementarla. Algunos de los principios agronómicos de la rotación de cultivos son los siguientes:
– Tras el cultivo de leguminosas, sembrar un cultivo con alta demanda de nitrógeno. Dado que las leguminosas habrán repuesto una gran cantidad de nitrógeno, es el momento ideal para plantar ese cultivo que hace un gran uso de este nutriente.
– A partir del segundo año desde que se plantaron leguminosas, sembrar un cultivo con una demanda de nitrógeno menor. Todavía se puede aprovechar el campo si se adecúa la necesidad de nitrógeno a la cantidad disponible en ese momento.
– Los cultivos anuales deben plantarse solo durante 1 año en una determinada ubicación.
– 2 plantas de especies similares o cercanas no deben plantarse una detrás de la otra en la rotación. Es muy probable que ambas plantas tengan una demanda de nutrientes similar y que sirvan de alimento para un mismo tipo de plaga.
– Las secuencias de cultivos en la rotación deben promover cultivos sanos y ser de ayuda contra la maleza.
– Es mejor plantar los cultivos perennes en terreno inclinado. Ayudarán a controlar la erosión del suelo en esa zona.
– Es importante introducir algún cultivo cuyo sistema radicular sea profundo y otro(s) que deje(n) una cantidad de residuos significativa.
– Cuando se maneja más de un cultivo al mismo tiempo, es conveniente agruparlos. Los grupos pueden ser en función de la familia de los cultivos, el tiempo que se tarda en cultivarlos, necesidades nutricionales, etc.
Los tipos de rotación de cultivos más eficaces combinan plantas con diferentes tipos de crecimiento, como: sistema radicular profundo contra sistema radicular superficial, extracción de nutrientes contra acumulación, o también, extracción de agua contra acumulación de la misma.