Alternativa forrajera 3ª parte

Definida en la 2ª parte de este reportaje, como una fuente rica y confiable de alimento aún bajo condiciones extremas, el nopal, cobra un alto valor como forraje dada su gran capacidad para establecerse y reproducirse a pesar de condiciones adversas como la baja disponibilidad de humedad y la elevada marginalidad de los suelos, siendo así todo un tema, con un amplio abanico de información, razón por la cual se da seguimiento en esta la tercera entrega a través del amable intercambio de experiencias vertido por técnicos y productores, como el Sr. Oscar Sabag Martínez líder de la unidad de producción pecuaria llamada Rancho el Manicomio, situado en el municipio de Jerez, Zacatecas, enfocado en la reproducción y mejoramiento de borregos de registro de las razas Dorper y Katahdin, con un rebaño de alrededor de 500 vientres, lo que obviamente supone una alta demanda alimenticia, razón por la que se optó, hace aproximadamente 4 años, por el establecimiento de 3 hectáreas con el cultivo de nopal como fuente forrajera en el predio rustico llamado Virginia a una distancia aproximada de 20 a 25 kilómetros del Manicomio, lugar en el que se encuentra dicha nopalera certificada donde se puede observar el verdor de cerca de 60 mil nopales en producción bajo condiciones de temporal, principalmente de variedad italiana Copena, sistema compacto e intensivo que ha permitido la cosecha y almacenamiento de poco más de 500 toneladas de alimento al año, importante volumen que ha brindado la posibilidad de complementar la dieta del hato de un 30 a un 40%, estimando con ello significativos ahorros, entre otros grandes beneficios económicos y ecológicos, por lo que el Sr. Sabag recalcó la trascendencia en el aprovechamiento de este tipo de plantas nativas, delineándolas como una sobresaliente estrategia de evolución para el sector ganadero de la región.

“La mejor época de plantación para establecer una huerta de nopal en nuestra zona, sucede una vez que los fríos se han retirado y los grados se incrementan por la próxima llegada de la primavera, como precisamente ocurre en este mes de marzo, y hasta la llegada de la temporada de lluvias, que aunque es muy imprecisa por lo general tiene inicio en el mes de junio, alrededor de estos 3 meses son los ideales para plantar la cactácea, la cual como se ha dicho, dada su gran adaptabilidad y vigor rápidamente se arraiga y comienza su desarrollo”; indicó el Sr. Sabag Martínez.

“Como cualquier otro cultivo, el nopal también requiere de un manejo y un cuidado adecuado, que, aunque no es tan intensivo como el de otras especies o sistemas, si demanda de un poco de atención, con prácticas entre las que destaca el corte o cosecha anual, tarea que dé inicio imaginábamos sería algo complicado, pero con el paso del tiempo nos dimos cuenta de que no es así, simplemente llegado a su punto o madurez, el rebrote o raqueta se podan haciendo uso de un cuchillo y si así se desea de un guante, lo que comúnmente sucede de noviembre a diciembre, y este despenque lo hacemos anualmente, dejando o bajando a la planta solo a dos niveles, sobre todo en esta parte que es temporal, por lo que lo único que permanece es la planta madre y las dos orejas de conejo que es como coloquialmente se conocen a los primeros rebrotes, esto dado que se presenta una época bastante dura por la escases de agua, que es más o menos de mayo a junio, y aunque como es sabido, el nopal soporta bastante bien la sequía, si dejamos tres niveles este último se puede llegar a quebrar por la extenuante deshidratación, además, por otra parte esto también previene que los nuevos rebrotes no se dañen por heladas tanto tempranas como tardías, ya que cuando estas se llegan a presentar las pencas tiernas ya están cortadas, y los primeros dos niveles tienen la fibra o macices necesaria para soportar perfectamente las bajas temperaturas”.

“Una vez que cortamos el nopal, que como se mencionó es en el periodo invernal, se requiere realizar una serie de sencillos trabajos de sanidad, sobre todo en la herida que se produce al podar la raqueta, por lo que tenemos que sellarla lo mejor posible, en nuestro caso usamos caldo bordelés, que es una combinación de sulfato cúprico y cal hidratada, lo cual previene infecciones fúngicas, asimismo, metemos un poco de cipermetrina para controlar insectos patógenos que pueden ser un vector de otras alteraciones. De esta forma, hemos podido llegar a comparar al nopal con un árbol frutal, el cual en invierno se duerme o entra en dormancia, y con la llegada del calor reactiva sus procesos fisiológicos, empezando a dar sus nuevos brotes a partir de febrero, de ahí para delante es un proceso solamente de formación, se dan algunas fumigadas específicas, no deshierbamos entre surcos porque es complicado el acceso en esa parte de las camas, aunque es mínima la maleza que aparece dado el sombreado que generan las pencas y su fuerte competencia, pero en los callejones si se elimina la hierba mecánicamente con uno o dos pasos de rastra, abonamos con composta proveniente del mismo estiércol de las borregas, y a grandes rasgos es todo lo que hacemos para dar mantenimiento a la huerta, cabe señalar, que con estas labores generamos cuatro fuentes de empleo temporales en época de cosecha, que es alrededor de mes y medio donde se corta, se junta todo y se guarda, ya para el seguimiento de todo el año solamente se requiere de un empleado quien está al pendiente de lo que la huerta vaya necesitando”.

Espera la 4ª parte de este interesante reportaje, en próximas ediciones, donde se dará continuidad a temas de manejo del cultivo de nopal para su aprovechamiento como forraje, así como ciertos aspectos básicos de la tecnología para su enriquecimiento proteico.