Panorama agropecuario a secas

No es secreto para nadie y menos para las regiones del norte del país que la sequía se ha agudizado no solo en dicha zona sino en todo el territorio nacional. En 2023 las precipitaciones pluviales fueron escasas y los niveles de sequía desde extrema a severa, que no habían sido registrados desde 2011; y para este 2024 no hay muy buenos augurios, lo que sin duda está impactando a la producción agrícola y ganadera, comenzado a reflejarse en los precios por el lado de la oferta de dichos productos, y si no llueve los niveles de rendimiento y productividad de las cosechas definitivamente caerán.

Tanto las tierras de temporal como las de riego dependen de la cantidad de lluvia en el año; sin embargo, en años de sequía el uso del agua de las presas se intensifica y desafortunadamente las fuentes de alimentación de dicho tipo de infraestructura no la restituyen a la velocidad requerida.

Realizando un ejercicio de comparación entre los ciclos otoño-invierno 2024 y 2023, se puede encontrar que la superficie total sembrada en el país se redujo 35.6% a nivel nacional, destacando decrementos en Chihuahua con el 86%, Tamaulipas cerca del 68%, Jalisco 55%, Durango 45%, Tabasco 42.5%, Estado de México cerca del 41%, Sinaloa 38% y Zacatecas 36%. Dentro de estos datos sobresale el hecho de que la superficie sembrada en Michoacán creció 4.9%.

Con esto en contra por lo menos se puede esperar que en este 2024 el nivel de precios de los productos agropecuarios se mantenga en una tendencia estable o algo creciente, ya que posiblemente la oferta interna de estos bienes se contraiga dada a la escasez de agua.

Ante tal panorama, y de no establecer una política de racionamiento del vital líquido a nivel de todos los sectores productivos y en el uso y consumo de la población, el panorama se vislumbra bastante complicado.

En el contexto económico global y nacional, las dinámicas económicas mundiales y la situación específica de México juegan un papel crucial en el ámbito agrícola. A nivel global, fluctuaciones en los mercados financieros, políticas comerciales internacionales, y cambios en la demanda de commodities impactan directamente los precios y la viabilidad de las exportaciones agrícolas mexicanas.

Nacionalmente, factores como políticas gubernamentales, inversiones en tecnología agrícola, y la infraestructura de soporte a la agricultura determinan la eficiencia y productividad del sector.

Este entorno económico complejo requiere que los actores del sector agrícola, desde pequeños productores hasta grandes corporaciones, se adapten constantemente para mantenerse competitivos y sostenibles.

Una vez más agradecemos su atención, y lo invitamos para que nos comparta sus comentarios, generando así un vínculo de intercambio que promueva pasión por el campo y sus valores.

El Despertar del Campo, La Nueva Visión Del Agro…

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