Reguladores de crecimiento
Una herramienta importante en el manejo de cultivos agrícolas es la utilización de fitorreguladores o reguladores del crecimiento vegetal. La aplicación de estos compuestos permite modificar el desarrollo de las plantas logrando desde inducir el aclareo, la floración, cuajado, maduración y el aumento en el tamaño de frutos; hasta omitir el requerimiento de horas frío en árboles frutales, así como limitar el tamaño de las plantas para obtener mayor densidad de siembra y facilitar tareas de cosecha. De esta forma, los fitorreguladores aplicados en la forma adecuada pueden mejorar el rendimiento, productividad, aspectos de calidad y etapas operativas del cultivo.
Una sustancia para ser considerada un fitorregulador debe:
– Ser pleiotrópicas, es decir que actúan en varios procesos
– Se sintetizan en todas las células.
– Regulan procesos de correlación. (un órgano recibe el estímulo y otro expresa la respuesta).
– Su acción es por interacción con los demás reguladores (sinergismos, antagonismos o balance de concentración).
Tipos de reguladores de crecimiento
Se divide en dos grupos: los reguladores de crecimiento u hormonas naturales, que son aquellos que se encuentran en los vegetales, y los reguladores sintéticos, que son compuestos artificiales obtenidos por síntesis química. Se puede clasificar a los reguladores de crecimiento en tres grandes grupos de acuerdo con su acción en la planta: aquellos que fomentan el crecimiento (promotores), aquellos que lo inhiben (inhibidores) y aquellos que lo retardan (retardantes).
Los reguladores de crecimiento o fitorreguladores son compuestos de síntesis que el receptor endógeno de la célula vegetal los reconoce como una hormona vegetal activa, vale decir se acoplan al receptor e inducen señalación hormonal.
Los reguladores de crecimiento se usan normalmente para: ralear fruta; promover o incrementar el retorno de floración; promover maduración más pareja y temprana; reducir la floración; mejorar la calidad de la fruta; mejorar el color; disminuir el russeting y el rajado de los frutos; atrasar la madurez; mejorar la conservación; incrementar la emisión de ramas laterales; alterar el formato de los frutos; disminuir la caída de los frutos antes de la cosecha.
Reguladores de crecimiento en el cultivo de aguacate. – El aplicar reguladores de crecimiento son de bastante utilidad para los productores en el cultivo de aguacate, ya que gracias a estos pueden obtener mejores resultados en su producción. Múltiples investigaciones afirman que la aplicación de auxinas (2,4-D, 3, 5, 6-TPA), GA3 (ácido giberelico) o CK (citoquininas) aumentan el cuajado y el tamaño de los frutos de aguacate. Las GA3 previenen la senescencia del exocarpio (cáscara), manteniendo el exocarpio verde por más tiempo. Además de haber encontrado que promueve el crecimiento estimulado los brotes y hojas nuevas. En frutos maduros se ha observado que las GA3 aumentan el tamaño, reducen la caída de la fruta antes de la cosecha y retrasa el ennegrecimiento, sin efectos negativos sobre la maduración o la calidad de la fruta.
Además de que se ha implementado al uso de ácido naftalenacético (NAA) para ralear flores y frutos con el fin de mejorar el llenado de los frutos restantes. Otro regulador de crecimiento como el uniconazol se ha utilizado en el cultivo de aguacate, combinándolo con una poda entre febrero y marzo, para disminuir hasta en un 50% los brotes, ya que al aplicar uniconazol se disminuye las GA. Y con esto se mejora la inducción floral en otoño. Para evitar la pérdida de fruto en el cultivo de aguacate a causa de diferentes factores que pueden generar estrés en el cultivo, se han utilizado las citoquininas. La explicación a esto es que cuando la planta está expuesta a estrés, aumenta el nivel de ácido abscísico (ABA) lo que ocasiona la abscisión del fruto. La aplicación de citoquininas bloquea el efecto negativo del abscísico evitando tener un problema de abscisión. Para el tamaño del fruto, en una etapa inicial se puede inducir un aumento en el tamaño de la flor con aplicaciones preflorales de citocininas de alta bioactividad (CPPU), y posteriormente en postfloración una segunda dosis de citocininas de alta bioactividad incluyendo ácido giberelico.
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