Dragon Fruit
Elevar el estándar de calidad en la industria de la pitahaya, es uno de los objetivos de Pitamex, empresa agrícola mexicana especializada en el cultivo, producción y venta de pitahaya conocida también como dragon fruit (fruto de dragón) o en la región centro del país como tuna tasaja.
“En Pitamex somos productores y asesores en el cultivo de plantas de pitahaya, apoyando al productor desde el establecimiento hasta la comercialización, tratando de vender al precio más alto posible la fruta fuera del país, así como en el mercado nacional, obteniendo un producto de alta calidad bajo los más altos estándares de certificación”; así lo señaló Javier Alejandro Ortega Espinoza, director ejecutivo de Pitamex.
“Tenemos producción en varias partes de la república, pero la oficina operativa está en Guanajuato; en conjunto llegamos a más de 100 hectáreas de pitahaya desde el norte como Obregón, Sonora, hasta el sur como es Tapachula, Chiapas”.
“Contamos con alrededor de 16 variedades diferentes, con pulpas de diversas consistencias, distinto color y tenemos para diferentes tipos de climas; es un árbol perenne con una vida productiva que ronda de los 25 a 30 años”.
“De esas 16 variedades tenemos para condiciones de calor y para frio, para regiones de costa y de montaña, siendo pues aptas para distintos tipos de climas; lo que hay que tener en cuenta es el nivel de erosión del suelo y que las sales no sean tan altas, pero dependiendo de las condiciones propias de cada productor es el tipo de variedad especifica que se le recomienda, revisando la calidad del terreno y del agua que tenga, y que exista la posibilidad de certificarse algo que es muy importante para poder llegar al mercado meta”.
“Una hectárea de pitahaya produce alrededor de 16 toneladas bajo una estimación conservadora, a eso podría aspirar cualquier productor y de ahí hacia arriba, según las características que exprese la planta, porque podemos tener plantas de 3 años de pulpa blanca que ya está en su apogeo y podemos tener una planta color fiusha por dentro que todavía esta en una etapa fisiológica de desarrollo vegetativo, por lo que es muy variable, pero podemos hablar de 16 toneladas por hectárea de fruta a partir del tercer o cuarto año”.
“Con toda la fruta que no cumple con la calidad deseada, que no trae los calibres demandados, que trae rasguños o hubo algún otro defecto, con ese producto hacemos cerveza, nieve, mandamos maquilar borrachitos, licores, entre otros subproductos derivados, incluso pasteles e infinidad de alimentos, también deshidratados, vendemos lo que es la pulpa congelada para bares y restaurantes para la elaboración de otro tipo de consumibles, tratando de seguir el lema de cero mermas, el negocio es tratar de aprovechar todo, y siendo que por lo general el precio nacional es bajo la visión es generar la exportación y para ello hay que certificar el producto, y para ello se deben de establecer más de 5 hectáreas para que al productor le sea redituable y convenga el tener que llevar bitácoras y todo ese esquema de inocuidad que se requiere para poder certificarse; debe ser un proyecto bien planeado con misiones y objetivos bien fijos logrando así ser viable, sino no tiene caso”.
“México tiene 800 hectáreas de producción de pitahaya, sin embargo, de esas 800, 600 son de traspatio y de monte, por lo que el productor por lo general al no tener la capacidad de guardarla por mucho tiempo la tiene que terminar rematando, lo que afecta a quienes estamos produciendo de una forma más tecnificada, con fertirriego y otros adelantos tecnológicos, lo que a veces no nos deja avanzar”.
Para terminar, Alejandro Ortega agregó; “aunque la pitahaya es una planta endémica, como cultivo tiene pocos años aprovechándose y promoviéndose, siendo así un ramo que poco a poco ha ido repuntando en el mercado y paulatinamente ha ido siendo aceptada por los consumidores, aunque hay que reconocer que aun queda mucho trabajo por hacer para posicionar correctamente esta valiosa fruta exótica”.
Espera la 2ª parte de este reportaje, en próximas ediciones…