Fase crítica para la calidad del producto

En realidad se requiere de talento y mucha experiencia para determinar con precisión el momento adecuado para la cosecha de cebolla, lo cual a grandes rasgos se determina por el tipo o variedad de la hortaliza y el destino final del producto. Dicha etapa es una de las más críticas dentro de este cultivo, ya que el riesgo de condiciones ambientales adversas, en especial la ocurrencia de lluvias, pueden perjudicar la calidad de los bulbos, lo que a su vez demeritaría su valor comercial; por ello es necesaria una buena planificación de la cosecha, de acuerdo al pronóstico de precipitaciones, requerimiento de mano de obra, superficie, infraestructura y equipo disponible, envases y transporte, esto entre otros factores que se deben de tomar en cuenta.

Para favorecer la maduración de los bulbos, es recomendable suspender los riegos días antes de la fecha probable de cosecha, o en el momento que entre el 10 o el 15% de las plantas se hayan curvado. Cuando el 95% o más de los tallos se han doblado, es ahí donde la planta de cebolla está finalizando su desarrollo físico, ya no formara más hojas y las existentes cambiaran de verde a amarillo marrón.

Por ello uno de los principales indicadores en campo para entrar a cosecha, es el doblado del vástago, ya que conforme el bulbo va madurando el cuello se debilita y eventualmente quedara hueco; así las cebollas se pueden comenzar a cosechar cuando un 50 a un 80% de las plantas tienen el tallo blando y ha empezado a colapsarse, sin embrago es importante considerar que durante las últimas 3 a 4 semanas que permanecen plantadas en campo, el peso de las cebollas aumenta considerablemente, pero aunque una cosecha tardía podría significar un mayor rendimiento, los riesgos de deterioro en la calidad también aumentan por ser susceptibles a factores climáticos negativos, sobre todo lluvias las cuales ocasionan manchas al producto, de ahí que se tengan que tomar en cuenta un sinfín de condiciones particulares.

En su punto, la cebolla se afloja para su fácil extracción, esto mediante el uso de cuchillas de corte horizontal ajustadas al tractor, con lo que se trata de cortar el sistema radicular y descalzar las plantas, para que al momento de entrada del personal se simplifique la tarea de mochar raíz y tallo así como su recolección; el corte o descolado se efectúa de forma manual, generalmente con tijera o cuchillo, labor que si se realiza incorrectamente, daña el bulbo y acorta su vida comercial, ya que se pueden causar heridas que aumentan la susceptibilidad a los ataques por hongos y bacterias o producen ruptura de tejidos lo que ocasiona mayor deshidratación.

Posteriormente los bulbos son acordonados, y aunque el curado no sea necesario cuando se destinan a su consumo inmediato, si resulta apropiado realizar un corto secado a campo, oreando y eliminando el exceso de humedad, por lo que sencillamente se deja por un corto lapso de tiempo para que le pegue el sol directamente y con ello la primera capa de hoja de la cebolla se suelte. Colocada en hileras se le da una barrida con escobas para limpiarla, y finalmente se va empacando manualmente en arpillas, esto para el mercado nacional, si se destina a su exportación se acondiciona un poco más, se corre en una seleccionadora y  se coloca en arpillas especiales un poco más pequeñas a las normales para dar una mejor presentación, se entarima y se clasifica en libras.

A grandes rasgos el procedimiento en la región es cortarlas por la mañana, y una vez que se hayan asoleado lo necesario comenzar a barrerlas y arpillarlas, para que el mismo día puedan ser cargadas en el trasporte el cual más tarde arribara a la plaza de distribución comercial.

Algunas consideraciones relevantes señalan que si las cebollas son cosechadas anticipadamente puede continuar el crecimiento de las hojas o tallos, también demoran más tiempo en secarse, son de menor peso y pueden resultar con cuello abierto, arrugado y blando, afectando la sanidad y el rendimiento final; y por otra parte si su recolección es tardía, aunque el peso de los bulbos será mayor, también se pueden presentar daños por insolación, perdida excesiva de catáfilas u hojas envolventes y posibles manchas lo que disminuye su calidad, de ahí la importancia de dar en el punto exacto para su cosecha. Además al momento de descolarla, o al darle el acondicionamiento necesario, se deben de seleccionar los bulbos que presenten la forma, color, firmeza y tamaño típicos de la variedad, e ir excluyendo aquellos fuera de tipo, brotados o dañados.

Proceso fundamental dentro de la producción de cebolla, en el que se fija la calidad del bulbo, encontrados los indicadores precisos de madurez y desarrollados los pasos correctos para su recolección, evitando sobre todo la ocurrencia de factores ambientales adversos, los cuales puedan dañar el producto demeritando su valor comercial.

 

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