Alternativa Forrajera

Una de las principales limitantes que frenan el desarrollo ganadero nacional, es la escasez de forraje, situación agobiante acentuada en las regiones áridas y semiáridas del país las cuales representan más de la mitad de la superficie total, por lo que definitivamente bajo estas circunstancias las opciones para producir alimento son acotadas tanto por la baja disponibilidad de humedad para el cultivo como por la marcada marginalidad de los suelos, condiciones adversas donde precisamente el nopal cobra un alto valor como forraje dada su gran capacidad para establecerse y reproducirse a pesar de dicha naturaleza extrema.

El nopal es una planta ancestral propia del paisaje mexicano, y representa uno de los símbolos más entrañables de la nacionalidad, en sus raíces toman forma los rasgos que nos definen como país, es así que prácticamente desde el inicio de la civilización se le ha dado una gran diversidad de usos, entre ellos, como alimento para el ganado, siendo así que desde hace décadas se ha manejado agronómicamente para producir un buen forraje con baja demanda de recursos, basados en sus bondadosas cualidades tales como su alta eficiencia en el aprovechamiento de agua, significativo contenido de energía digestible, gran diversidad genética, amplio rango de adaptación a propiedades agroclimáticas como precipitación, altitud, temperatura y suelo, además de ser sumamente productivo con rendimientos que pueden llegar a superar las 100 toneladas por hectárea lo que lo hace más competitivo en comparación a muchas gramíneas o pastos forrajeros, y aunque su calidad alimenticia o nutritiva es sumamente cuestionada, dado el relativamente bajo porcentaje de proteína que contiene, afortunadamente se han desarrollado valiosos sistemas tecnológicos de enriquecimiento, los cuales mediante originales procesos de fermentación en los que se añaden ciertos componentes como urea, sulfato de amonio y levadura, potencian al máximo sus propiedades nutricionales sobre todo en su elemento proteico, pasando de tener de un 4.1 a un 5.1% de proteína de forma natural, a alcanzar parámetros del 18 al 25% de proteína una vez aplicado dicho programa de mejoramiento cualitativo, generando así un forraje de mayores facultades, que permite amortiguar costos e incrementar la ganancia de peso, resultando en un medio que concede la oportunidad de subsistir, mantener y reproducir al ganado, sobre todo en zonas áridas con épocas de sequías recurrentes y prolongadas, o bien, en el invierno, planteamiento que a final de cuentas restablece o regenera la sustentabilidad del productor.

“Si nuestro objetivo es ser más competitivos como ganaderos y agricultores, tenemos necesariamente que esforzarnos por ser cada día más eficientes buscando producir más con menos, en ese sentido, desde hace algún tiempo nos hemos dado a la tarea de buscar alternativas de alimentación para el ganado que nos sean más económicas e igual o más nutritivas en comparación a nuestras dietas convencionales, encontrando afortunadamente la opción en una de las plantas endémicas más importantes del país como es el nopal, que sin duda cuenta con un sinfín de propiedades y beneficios, que por si fueran pocos, ahora han sido potenciados a través de una valiosa técnica de enriquecimiento nutricional, la cual poco a poco se ha ido adaptando a las condiciones particulares de nuestro rancho, iniciando así, hace aproximadamente 4 años, con el establecimiento de una huerta para el cultivo de nopal con fines forrajeros de la variedad italiana, Copena, bajo condiciones de temporal en una superficie de 3 hectáreas de donde obtenemos un mínimo de 500 toneladas anuales, que incluso actualmente se encuentra certificada sanitariamente por CESAVEZ para su propagación y comercialización como planta inocua y de alta calidad, de ahí, el siguiente paso fue precisamente el de perfeccionar la tecnología para enriquecer los atributos de esta materia prima, por lo que fabricamos un biodigestor combinado o electromecánico con una capacidad de procesamiento de alrededor de 200 kilogramos, impulsado por un motor monofásico de 2 caballos con corriente 220v, y un molino acoplado para el picado del nopal, posteriormente, en base a prueba y error determinamos la cantidad que se debe aplicar de elementos en la mezcla, por lo que cuando la tolva del biodigestor se llena con el nopal picado, le metemos 2 kilos de urea, 200 gramos de sulfato de amonio y 2 kilos de levadura panificable, con ello hemos logrado incrementar el porcentaje de proteína hasta más del 18%, de esta forma podemos decir que ahora ya tenemos el nopal y tenemos el proceso para su mejoramiento, lo que nos permite conservar al ganado feliz, gordo, y altamente productivo, listo para parir y generar la leche necesaria para mantener a sus crías en las mejores condiciones”; así lo compartió amablemente el Sr. Oscar Sabag Martínez experimentado ganadero dedicado a la producción y mejoramiento de borregos de registro de las razas Dorper y Katahdin, dentro de la innovadora unidad de producción pecuaria conocida como Rancho el Manicomio, ubicado en el municipio de Jerez, Zacatecas, el cual forma parte de la Sociedad de Producción Rural SABAGRO, espacio en el que se maneja un rebaño de alrededor de 500 vientres, considerable número de cabezas que rigen su desempeño conforme a lograr un elevado nivel de eficiencia alimenticia, abatiendo los costos e incrementando la productividad y la rentabilidad, objetivo en base al que se optó por el establecimiento del cultivo de nopal como fuente forrajera en el predio rustico llamado Virginia situado al pie de la famosa Sierra de los Cardos a una distancia aproximada de 20 a 25 kilómetros del Manicomio, lugar que alberga dicha nopalera certificada en la que se puede observar el verdor de cerca de 60 mil nopales en producción, estimando con ello una densidad de población de 20 mil plantas por hectárea bajo condiciones de temporal, de las que anualmente se corta un promedio de 8 a 9 pencas o raquetas cada una de ellas con un peso regular de 1 kilo, parámetros que al ser empleados para realizar el cálculo resultan en un imponente rango que oscila de las 480 a las 540 toneladas de nopal al año, volumen que satisfactoriamente ha concedido la posibilidad de complementar la dieta del hato ganadero de un 30 a un 40%, suponiendo con ello un importante ahorro en la inversión operativa necesaria, liberando así la fuerte presión generada sobre los recursos económicos, humanos y naturales.

“Ciertamente, también de los fracasos y tropiezos se aprenden muchas cosas, siempre y cuando los dimensionemos y potenciemos su enseñanza emocionalmente, reflexión que nos hace ver que, si seguimos haciendo lo mismo, sencillamente no va a cambiar nada, reconociendo además que a toda acción corresponde una respuesta con igual o mayor fuerza, conceptos que, a final de cuentas, hace 4 años, nos hicieron reaccionar, entendiendo que el temporal a pesar de sus grandes limitantes puede ser una importante opción para hacer ganadería y más aun cuando son las condiciones que prevalecen en nuestra región, con ciclos atípicos como el anterior donde la sequía se torna devastadora para los cultivos, años que más bien hoy yo diría que ya son los típicos, razón por la que 20 hectáreas de maíz sembradas en época de secano prácticamente a un costado de la nopalera se siniestraron completamente, y el nopal aguanto sin problema alguno, contraste evidente que nos proporciona confianza y optimismo de que estamos haciendo lo correcto para obtener mejores frutos; por ello creemos firmemente que son estos tipos de sistemas los que se deben replicar en nuestra zona donde el gran reto es aprender a trabajar el temporal produciendo forraje a bajo costo y en gran volumen, por lo que simplemente el nopal es lo nuestro, especie que sin un pozo o sin agua, en una superficie compacta de tan solo 3 hectáreas nos ha permitido cosechar y almacenar hasta 500 toneladas de alimento, para a través del año irlo consumiendo según sea la necesidad, situación que para nosotros es sorprendente ya que estamos hablando de la disponibilidad de cerca de 1.5 toneladas diarias de forraje lo que nos ha permitido mantener desahogadamente el hato de 500 vientres, complementando su dieta hasta en un 40%, suministrando no solo cantidad sino calidad, aportando ingredientes necesarios para un correcto desarrollo como minerales, energía y con el proceso de enriquecimiento que desarrollamos triplicamos el contenido de proteína, aumentando además la palatabilidad o aceptabilidad por el ganado, por lo que esto podría ser comparado a estar manejando una alfalfa de riego solo que en temporal y con una menor demanda o desgaste de recursos, donde lo único que se requiere, a grandes rasgos, es aplicar composta o estiércol para abonar las plantas, siendo así que al año metemos alrededor de 30 a 40 toneladas de materia orgánica por hectárea, mejorando también con ello la estructura de nuestro suelo, de esta forma nos hemos olvidado prácticamente de las costosas fertilizaciones químicas, así como del uso en gran medida de agroquímicos, además de que el gasto por concepto de energéticos es mínimo, ya que sin equipos de bombeo el consumo eléctrico también desaparece, asimismo, el diésel requerido es menor dado que el tractor es poco empleado, casi nada más para rastrear los callejones o entrar con remolques para sacar la cosecha y hasta ahí, por lo que las demás labores se realizan manualmente regresando a procesos no tan mecanizados, donde nos hemos acostumbrado a un acercamiento día a día más directo con las plantas, lo que nos ha brindado la oportunidad de conocer mejor a nuestros nopales, tratándolos básicamente a mano, maltratándolos lo menos posible, donde la herramienta más importante que necesitamos para aprovecharlos, nada más es un cuchillo bien filoso y un guante resistente, logrando de esta forma una agricultura más sustentable, con una gran capacidad naturalmente regenerativa”.

“Para iniciar en este programa de aprovechamiento de esta especie nativa cultivada como forraje, lógicamente lo primero que tenemos que hacer es producir la materia prima, comenzando así con la plantación del nopal, tomando en cuenta ciertos factores base como el lugar en el que se establecerá para determinar condiciones de suelo y clima particulares, el destino y aplicación del forraje para en base a ello seleccionar la variedad que mejor se adapte a nuestros requerimientos, para lo cual a su vez tenemos que formar criterios o características acordes a lo que necesitamos buscando sobre todo la precocidad y vigor para un buen crecimiento inicial, así como un gran desarrollo vegetativo para obtener una alto rendimiento, además de la favorable ausencia de espinas, buena calidad nutritiva y palatabilidad, y fortaleza para una mayor resistencia a plagas, enfermedades y condiciones climáticas adversas. Elegido y dispuesto el material, el siguiente paso es preparar el terreno para el establecimiento del cultivo, definiendo fecha, método y densidades de plantación; de ahí, obviamente se continua con el manejo dentro del ciclo hasta llegar a su cosecha anual, donde se corta y recolecta para su almacenamiento y conservación, y así finalmente procesarlo como mejor se decida para el suministro directo al ganado”.

“Aunque nosotros podemos utilizar nopal del tipo que sea, funcionando inclusive el silvestre o el que de forma natural se da en el monte o agostaderos, es difícil encontrar la cantidad que necesitamos y sin espinas en un solo lugar, razón por la cual actualmente tenemos plantadas 3 hectáreas con el cultivo de nopal principalmente de la variedad italiana llamada Copena, y aunque también tenemos Chicomostoc, nos ha gustado más la italiana porque no tiene ni una sola espina, por lo que se puede manejar hasta sin guantes, agarrándolo directamente con las manos, y Chicomostoc si tiene algo de espina, siendo así necesaria la protección para manipularlo, además Copena es la única reconocida como una variedad mejorada para producción de forraje y se ha observado que su palatabilidad es mayor que la de otras y su rendimiento; también, hemos visto que Chicomostoc como que aguanta un poco menos el frío, quizá porque rebrota muy pronto y estos retoños tiernos corren el riesgo de dañarse con las heladas tardías, en cambio Copena como rebrota un poco más tarde sobrepasa bien la época de ocurrencia de heladas lo que minimiza daños pro frío, incluso, en estos 4 años que lleva la huerta, se han presentado heladas muy duras de hasta 13 y 14 grados bajo cero y ha resistido muy bien, esto también vemos que depende mucho del manejo que le demos al cultivo, dado que cuando llega la helada ya lo tenemos podado, labor que realizamos en los meses de noviembre a diciembre, entonces en enero cuando la probabilidad de heladas es mayor, ya los rebrotes o raquetas nuevas están cortados, y lo que queda que son 2 niveles, el troncón o la planta madre y las 2 orejas de conejo que es como comúnmente se llaman, ya son más fibrosos o macizos por lo que resisten más, por ejemplo, en 2019 el 14 de abril nos avisaron de una helada muy fuerte que destruyó viñedos, y aquí en la nopalera no pasó nada, aun y cuando ya estaba todo el rebrote, por lo que definitivamente es altamente tolerante al frío, asimismo, el granizo no le hace nada, pero sobre todo, la fortaleza que vemos más importante es su baja demanda de agua, que es uno de los elementos que más falta nos hace, y aun más el año pasado con esa fuerte sequía, claro ejemplo de su aguante y eficiencia en el aprovechamiento de la poca agua que recibimos”.

“Cabe precisar que el marco o diseño de nuestra huerta de nopal, se basa en un método de plantación en camas de 7 surcos, cada uno a doble hilera, lo que da un total de 14 líneas por cama con un espaciamiento entre ellas de 25 centímetros, y una distancia entre surcos de 75 centímetros, donde las plantas se encuentran a 80 centímetros de separación una de otra bajo el método conocido como tres bolillos o pata de gallo clavadas con una orientación siempre con la cara al sol, con ello se tiene un ancho de la cama de alrededor de 7 metros, y se deja un callejón entre camas de aproximadamente 4 metros para que transite con facilidad el remolque destinado a sacar el forraje, trazo que hasta el momento nos ha dado buenos resultados permitiendo una buena aireación y una mínima competencia entre plantas por espacio, agua y nutrientes”. (esquema 1).

“Es cierto que, para ser un buen ganadero, antes se tiene que ser un excelente agricultor, por lo que inevitablemente tenemos que enseñarnos ha producir un buen forraje, renglón en el que satisfactoriamente presentamos esta nueva alternativa con el potencial de disminuir los costos e incrementar la utilidad, donde realmente consideramos que estamos realizando un trabajo muy bonito y necesario en nuestra región, que es la cosecha de agua lo cual contribuye a superar el gran reto del cuidado y buen aprovechamiento del vital líquido, generando un alimento que no requiere mucho del recurso hídrico, por ello nuestra proyección a futuro es incrementar la superficie de la huerta, paulatinamente, hasta llegar a unas 20 hectáreas, en ese sentido, ya estamos empezando a trabajar preparando otras 3 hectáreas para ser plantadas este año, margen que consideramos nos dará la oportunidad de ir creciendo el rebaño con un buen equilibrio, lo que a su vez nos permitirá ser más competitivos en el mercado ofertando nuestros animales a un mejor precio, dado que no empleamos ningún tipo de alimento concentrado, utilizando solo insumos que nosotros mismos producimos como el maíz en grano y silo, pastos, cereales, e integrando esta nueva fuente de proteína que nos esta funcionando bastante bien en los rumiantes, por lo que definitivamente vemos a este sistema productivo, conforme a las condiciones propias de nuestro estado, como una verdadera maravilla”.

El cultivo de nopal sin duda representa una importante opción para la producción de forraje en el semiárido mexicano dada su mayor adaptación y generación de biomasa a un menor costo, por lo que evidentemente este sistema se proyecta como una efectiva estrategia de evolución para el sector ganadero de la región, la cual se debe de promover ya que impacta de buena forma en el aspecto social, ecológico y económico.

Espera la 3ª parte de este útil e interesante reportaje, en próximas ediciones, donde se dará continuidad al desarrollo del tema mediante la reseña del Sr. Oscar Sabag quien comparte su experiencia en el cultivo de nopal para su aprovechamiento como forraje, siendo además reforzado por el Dr. Arnoldo Flores Hernández profesor e investigador de la Unidad Regional Universitaria de Zonas Áridas (URUZA) localizada en Bermejillo, Durango, de la Universidad Autónoma Chapingo, quien precisara aspectos básicos de la tecnología de enriquecimiento proteico de nopal como complemento alimenticio.

Esquema 1: Diseño representativo de huerta de nopal

Salvador Juárez / El Despertar del Campo

 

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