Agricultura digital

La tierra cultivable, como las personas, puede variar significativamente y tener un comportamiento diferente según el entorno donde se encuentre. Las parcelas de un campo, su topografía, el nivel de la capa freática y la dotación de nutrientes, son factores que forman parte de la rentabilidad productiva.

La agricultura digital es él futuro. Hoy se dispone de información hiperlocal y específica del campo en cuestión, con el objetivo de crear una acción rápida e inteligente.

El proceso de toma de decisiones es simplificado; aplicado con inteligencia de agronegocio. Una decisión tomada en base a la percepción y saber hacer de un agricultor y las altas tecnologías, como imágenes satelitales, el uso de algoritmos de aplicación variables y sensores, aplicaciones móviles o GPS y mucho más, son elementos y factores que brindan un abanico de perspectivas fiables para que esté donde esté pueda tomar decisiones asertivas.

Las tecnologías digitales hacen nacer nuevas oportunidades no sólo en los países industrializados, sino también la posibilidad de brindar conocimientos especializados a los países con menos recursos.

Poniendo la mirada en el pasado, las innovaciones tecnológicas siempre han hecho a la agricultura más productiva; esto se manifiesta de manera contundente en los países industriales. Hace 115 años atrás, un solo agricultor fue capaz de alimentar con su producción a cuatro personas sorteando las limitaciones tecnológicas de esos tiempos.

Ya en el año de 1950, la maquinaria agrícola moderna tomo la delantera e hiso que cada agricultor sea capaz de alimentar a una decena de personas.

El día de hoy, por intermedio de las innovaciones técnicas aplicadas en las diferentes actividades del sector agropecuario, un agricultor de un país industrializado puede producir alimentos para 129 personas.

La población mundial tiene un incremento anual aproximado de 80 millones de personas; por ello en el 2050, los agricultores tendrán el desafío de alimentar a 9 o 10 mil millones de personas, y al mismo tiempo hacer frente a la disminución de tierras cultivables disponibles y su capacidad, la escasez de agua, la limitación de los recursos naturales y las afectaciones climáticas.

La apertura ideológica que están transitando los agricultores en esta era tecnológica, está sumando importancia día a día. La digitalización de la agricultura está disponible y al alcance; en la actualidad, hay más de 26 millones de dispositivos conectados en el sector agropecuario en todo el mundo, y según previsiones, se estima que en este 2020 alcanzaran los 97 millones.

Los avances científicos y tecnológicos están abriendo nuevos surcos rentables para los agricultores de todo el mundo. Los tractores, sembradoras, pulverizadoras, cosechadoras y otras máquinas se encuentran altamente automatizadas conteniendo una amplia gama de sensores.

La teledetección, la agricultura y ganadería de precisión, y más elementos hacen eficaz la tecnología aplicada al agro, siendo la misma clave para lograr perdurar en la actividad.

La agricultura digital posee una influencia positiva en la producción agrícola sostenible, reduciendo el impacto ambiental, haciendo enfoque en lo sustentable y comprometida con la disminución de la huella ecológica.

Por ello es imperiosa la necesidad de educar y capacitar a todos los actores intervinientes en el sector agropecuario, en el manejo digital de las actividades del campo. Es un desafío que está parado y representa un nicho profesional clave, el cual será parte de la concreción de la “revolución digital” en las explotaciones agrícolas y ganaderas.

La agricultura digital es la evolución del campo en una industria digitalizada con un enfoque local, basada en datos que favorecen la toma de decisiones y su aplicación en la actividad productiva.

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