Revolucionando paradigmas 2ª parte

En esta la segunda entrega del reportaje se da continuidad al desarrollo de una interesante y motivadora narración, donde el Ingeniero Ernesto Cruz González, experto mundial en la producción de maíz poseedor de varios logros internacionales, líder de Atider, describe parte del camino recorrido para llegar a obtener el récord mundial de rendimiento de maíz en China, así como los recientes esfuerzos por superar dicha marca en México.

“En total estuvimos 13 años trabajando en China, 2004-2005 que fue nuestro primer ciclo haya, 2006, 2007 y 2008, como primera vez, ya que para finales de 2008 principios de 2009 nos regresamos a México, pero volvimos a China por segunda ocasión a principios del 2012 de ahí hasta 2019, siempre llevando a los chinos paso a paso, de 10 a 14, 18, 22, hasta llegar a las 44 toneladas por hectárea en 2019 que es el récord mundial en producción de maíz con el que contamos actualmente”; así lo indicó el Ing. Cruz González.  

“La razón por la que en 2008 nos regresamos a México, fue por la muerte de mi padre, y lamentablemente no alcance a llegar, la verdad me pesó mucho; para ello hable con mi patrón del rancho haya en China y le di las gracias, a lo que él me contesto de que ya habían aprendido muchas cosas de nosotros y que seguirían por ese camino. Es así como arrancamos Atider en forma aquí en México, empezando con ello a levantar una verdadera revolución, aunque siempre hemos andado con un bajo perfil, sin hacer mucho ruido, comenzando de esta forma con 10 mil hectáreas, luego 30 mil, después 50 mil, 80 mil, y para el 2012 ya traíamos más de 100 mil hectáreas de asesoría aquí en el país, éramos más de 300 agrónomos en el despacho, por lo que realmente traíamos toda una revuelta, pero todo por abajo del agua, y todo muy bien; hasta que a principios del 2012 me volvió a hablar mi patrón de China, y me dijo que necesitaba que volviera de nuevo al rancho, porque estaban empezando a importar maíz y se estimaba la llegada de una fuerte crisis, dado que la demanda interna de alimento se incrementó, es decir, al mejorar la economía del país las personas empezaron a ganar más dinero y lo primero que hicieron fue comenzar a comer mejor, y los chinos comen como gusano cogollero, y lo que habíamos dejado de 15.2 toneladas de maíz por hectárea hasta ese momento no se había vuelto a repetir, inclusive estaban por debajo de ese rendimiento, en un promedio de 11 toneladas, por lo que el Gobierno Central necesitaba producir comida; bajo ese escenario también invitaron a todas las grandes compañías agrícolas del mundo y a los mejores especialistas, para tratar de conocer hasta cuánto se puede producir de maíz”.

“En pocas palabras, tenían que producir a fuerzas, no era cosa de si querían, forzosamente tenían que disparar los índices productivos de China sino querían entrar en una severa crisis alimentaria con lo que el sistema entraría en riesgo de colapsarse, y haya se siembran más de 42 millones de hectáreas de maíz, es el país del mundo que más maíz siembra (Estados Unidos siembra como 38 millones), por lo que realmente es una locura. Bajo ese escenario nos regresamos en el 2012 a China, y junto con nosotros llegaron los grandes corporativos, llego John Deere, Case, Syngenta, Pioneer, y técnicos de todas partes, australianos, rusos, franceses, alemanes, gabachos, brasileños, argentinos, etc., todos invitados por el Gobierno Central de China para saber hasta donde se podía producir”.

“A mi me dijo el patrón que no importaba el costo, ni lo que gastara, que lo que querían era que sacara un récord, por lo que nos pusimos a trabajar con todo y le pegamos a las 22.6 toneladas por hectárea, e implantamos una nueva marca nacional y le ganamos a todos a nivel mundial, y ahí  fue cuando el Gobierno Central me ofreció quedarme en China, mandándome primero a la nueva China, y como se convirtió en un tema de seguridad nacional o se producía comida o se producía, dándose cuenta de que las pequeñas parcelas de 4 surcos simplemente están fuera de lugar. De esa forma estuve en 11 ranchos de maíz, 3.2 millones de hectáreas, precisando que hay ranchos en China de más de 400 mil hectáreas de maíz, y así es la nueva agricultura en aquel país, por lo que me empecé a llevar compañeros de Atider a China, a que me ayudaran por escala, 3 años maneje 3.2 millones de maíz y los lleve de 6.5 a 9 toneladas en promedio”.

“Después me movieron a la sexta lechera más grande de China, en la provincia de Anhui, un establo que ordeña más de 750 mil vacas diarias, por lo cual siembra alrededor de 35 mil hectáreas de maíz para la obtención de silo, poniéndonos así a sembrar para ese segmento, y en el segundo año llegamos al récord nacional de silo. Luego me mandaron con el segundo productor de fosforados del mundo, una compañía que vende poco más de 7 millones de toneladas de fertilizante y acopia más de 40 millones de toneladas de maíz, ahí traía a mi cargo como a 8 mil ingenieros, encargándonos de atender a los agricultores que siembran más de 50 mil hectáreas, con ellos estuve 3 años”.

Para finalizar con esta segunda parte, el Ing. Ernesto Cruz agregó; “también anduvimos en los cerros congelados del norte, pegado a Siberia, manejamos topo tipo de suelos, alcalinos, ácidos, suelos bajos en materia orgánica, sódicos, en el desierto, moviéndonos por toda la franja maicera de China para solucionar los problemas y obtener mayores rendimientos, y sinceramente todo mundo copiaba lo que hacíamos. Posteriormente, en el 2016, cuando se realizó la cumbre del G20 en China (la reunión de los 20 países más poderosos del mundo), donde además se integró la ONU, la FAO, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, y los grandes corporativos agrícolas, para definir la política mundial para los próximos 30 años, donde por supuesto entro el tema de como elevar la producción de alimentos para solucionar el problema del hambre, foro donde China me dio el gran honor de representarlo, siendo considerado uno de los 6 especialistas a nivel mundial en el segmento de la innovación tecnológica”.

Espera la 3ª parte de este interesante reportaje, en próximas ediciones…

Es vital una agricultura de alto rendimiento, donde confluya lo mejor del conocimiento, la tecnología y las prácticas agrícolas, generando así una revolución productiva dinámica, que aumente de manera inmediata los rendimientos, cree empleos, genere arraigo y de viabilidad al desarrollo integral del campo mexicano.

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