Un ejemplo de empoderamiento productivo

A veces la ruptura con la inercia trae temprano el éxito. Y es que en menos de un año de trabajo un grupo de mujeres cafetaleras de Talpa de Allende, Jalisco, ha conseguido lo que algunos de sus maridos no han podido avanzar en 20 años: vender el café a mejor precio.

Así se resume la reciente historia de las Mujeres Cafetaleras del Desmoronado, una cooperativa que tiene la meta de vender el café con el mayor valor agregado posible y no depender del precio que se les imponga por los intermediarios al vender su producto sin marca y ofrecerlo como materia prima según vaivenes del mercado internacional.

María Rosa Becerra Guzmán y María Lorena Arreola Becerra, integrantes de esta agrupación, comentaron que su proyecto surgió con el apoyo de la extensionista de la SADER del Gobierno de Jalisco, Yahaira Juan Carmona, quien les propuso avanzar en la transformación del café y en venderlo con una marca.

Ya se avanzó en ambas cosas, lo que supuso haber conseguido apoyos oficiales del Programa de Concurrencia y haber registrado la marca Tierra de María, “porque todas nos llamamos María”, afirmó María Rosa.

Los apoyos oficiales permitieron la adquisición de una máquina morteadora y contar con un patio de asoleadero del café.  Gran parte del café que ellas han procesado lo compran a sus mismos maridos de la cooperativa Los Realeros, una organización donde algunas de ellas también son socias.

María Rosa detalló que “nunca un extensionista había permanecido por tiempo en El Desmoronado, pero Yahaira se quedó y su trabajo nos ha traído conocimientos para vender mejor el café; en vez de venderlo en pergamino a 45 pesos, se puede vender por lo menos a 60 o 70 pesos el kilogramo ya en café oro”.

Mencionan que el hecho de que el café sea un producto de altura, y con un olor muy atractivo, ha tenido buena aceptación. La extensionista Yahaira Juan comunicó que lo que ha traído resultados muy favorables para no depender del precio que tenga el café como commodity (materia prima) al vender café en la modalidad cereza, cuyo precio siempre será muy inferior al que se obtiene al vender en las presentaciones de café oro y tostado.

Citó que, actualmente, vender en la huerta el café cereza a seis pesos el kilogramo es una cantidad ridícula con el precio del café oro de 70 pesos. También destacó que este proceso de vender el café con valor agregado es una respuesta obligada para que los cafetaleros enfrenten los problemas derivados del cambio climático y de las limitaciones de tener predios con plantas avejentadas que son muy vulnerables al ataque de las plagas de los cafetos.

Ya se ha trabajado durante dos años en la organización que ya está por protocolizar su acta de una sociedad cooperativa de responsabilidad limitada y capital variable, para tener una representación formal. Estas cafetaleras recientemente hicieron su debut en la Expo Café Gourmet 2019 de Guadalajara y en la Expo Agrobaja, de Mexicali.

El Dato.- Jalisco cuenta con 3 mil 461 hectáreas de plantaciones de café; es el noveno productor nacional con 4 mil 383 toneladas, los municipios cafetaleros son Talpa de Allende (líder), Amacueca, Cuautitlán de García Barragán, San Sebastián del Oeste, Cabo Corrientes, Tuxpan, Tonila, Tolimán, Villa Purificación, Pihuamo y Zapotitlán de Vadillo.

 

Salvador Y Maldonado Díaz / Agroamigo

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