Ruta del Vino
El tema de la pandemia ha traído consigo una crisis generalizada en el aspecto económico como no se había vislumbrado hace ya más de una década. Y uno de los rubros que más ha sufrido con el pasar de las temporadas es el sector turístico; este, llevado de la mano con la cancelación masiva de eventos, ha significado la pérdida millonaria en capital en todos los estratos económicos y sociales.
Pero con todo y esos pesimistas precedentes se llevó a cabo en Aguascalientes el evento turístico anual “Ruta del Vino” en su edición 2020, que si bien, deambuló en tentativa de cancelación por razones sanitarias, terminó convirtiéndose en una esperanza de reactivación y un salvavidas económico en medio de un sector que caía en picada.
La propuesta era sencilla y atractiva; teniendo como sede 10 de los principales campos vinícolas del estado, se realizaron actividades recreativas a lo largo de un fin de semana con la intención de profundizar, reconocer y disfrutar del trabajo artesanal derivado de la uva que ahí se produce.
El gobernador del estado Martín Orozco Sandoval dio inauguración con la placa alusiva al evento y recorrió la mitad de las sedes en una gira por las casas vinícolas, dejando en manifiesto la importancia que estos lugares poseen como grandes aliados en la economía local, así como su firme intención de hacer mancuerna con empresarios y asociados que trabajan en proyectos innovadores con potencial de posicionar a la entidad en la diversificación del turismo en torno a la uva, el toro y el vino; todos ellos grandes exponentes y referentes que definen la imagen de Aguascalientes a nivel internacional.
Aun así, las críticas no se hicieron esperar en relación al evento que fue tachado por un segmento de la población como un acto de irresponsabilidad gubernamental en medio de un tiempo tan delicado, un suceso que delataba la necesidad y el hambre de las autoridades por obtener recursos por encima de la salud pública. Del lado contrario, los productores viticultores abrazaron la idea con agrado por el gran respiro que representaba a la parálisis pandémica que azotaba a todos los relacionados a estos cultivos, sobre todo teniendo en cuenta el crecimiento del 30% anual en el consumo de vino mexicano que se tenía antes de la crisis sanitaria; crecimiento que ahora resulta indispensable recuperar.
Pero es justo analizar como este tipo de situaciones se convierten en clara evidencia de la importancia del campo como elemento crucial para la recuperación nacional de esta pandemia, no solo en el contexto de producción alimenticia sino como un exponente con gran potencial cultural y turístico, una parte estratégica en medio de una época donde el sector pareciera quedar más relegado que nunca.
Iniciativa que es evidencia de la importancia del campo como elemento crucial para la recuperación nacional, no solo en el contexto de producción alimenticia sino como exponente cultural y turístico.
Bryan Pichardo Gallegos / El Despertar del Campo