Alianza interinstitucional para fomentar acciones al servicio forestal

El sector agrícola siempre camina en la delgada línea entre el cultivo eficiente y la explotación (legal e ilegal) del suelo. Como el caso de diversos cultivos cuyo desarrollo sostenible amenaza su entorno con la extensión de la frontera agrícola sobre predios de uso forestal. Y el panorama actual de contingencia sanitaria pareciera haber dejado de lado este tipo de temáticas de vital importancia como el uso de suelo y el desgaste de los campos mexicanos.

Con la finalidad de tratar esto, en meses pasados se firmó un acuerdo entre la secretaría de Medio Ambiente, Agricultura y Desarrollo Rural en apoyo con la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) para crear actividades y programas que permitan moderar este tipo de prácticas y desarrollar nuevas formas de sustentabilidad ecológica. Así, las instituciones involucradas han vuelto a poner el tema sobre la mesa para dar seguimiento a los compromisos pactados. Además de los mencionados cultivos, se busca promover la instauración de sistemas agroforestales en zonas ganaderas para lograr recuperar una cobertura forestal y de áreas naturales, así como lograr una reducción en la emisión de gases del efecto invernadero y la revisión de las normas referentes a las formas del uso del fuego en las tierras de uso agropecuario y forestal.

Sin embargo, el reto es más grande de lo que parece. Si bien, con ello se quiere reducir el mal uso de los recursos naturales, hay que tener en cuenta que también se pretenden erradicar cientos de años de malas prácticas forestales y agropecuarias arraigadas en la sociedad como las raíces de una mala hierba, que a través del tiempo han derivado en la erosión y degradación de los ecosistemas actuales.

Además de otros factores como la tala excesiva de productos maderables sumado a los incendios que asolaron diversas regiones en los últimos años como lo expone el Boston Consulting Group en su informe “Incendios, bosques y futuro: una crisis fuera de control” donde advierte el alarmante aumento de estos fenómenos en relación a tiempos pasados y que aseguran, son causados principalmente por la conversión del suelo en tierra para la agricultura; además de los proyectos federales que amenazan la integridad de las reservas verdes aun existentes, terminan por dejar las labores de regeneración en una apretada situación donde el tiempo apremia y la pérdida se percibe mayor a los triunfos obtenidos.

La afronta se mira compleja, pero es justo ante esa complejidad que la coalición permanente de instituciones pretende unir esfuerzos de forma que el problema se pueda abordar desde las diversas perspectivas que cada uno atañe y comprende. No es sencillo, pero el simple hecho de actuar a favor es un paso gigantesco que permite despabilar a los organismos ante la quietud que se ha mostrado sobre el abrumador tema que traspasa fronteras y que amerita un actuar de forma inmediata y en la mayor escala posible.

Bryan Pichardo Gallegos / El Despertar del Campo

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *