Incursionando en el nuevo desafío

Temerosos, pero con optimismo nos vamos adentrando al nuevo desafío que representa el año 2021, ciclo incierto que esperamos sea un mejor periodo en el que las heridas sanen, y podamos levantarnos para seguir caminando con mayor ímpetu dejando atrás las crisis que han obstaculizado severamente el progreso y bienestar, insistiendo en la creación de un porvenir más alentador, para lo cual, hoy hemos entendido, que es indispensable la fertilidad y pasión por la madre tierra, que como toda protectora desinteresada nos ha ofrecido sus mejores frutos aun en los tiempos más difíciles, siendo ahora el momento en que tenemos que regresarle el cariño concedido a través de los alimentos gracias a los cuales sobrevivimos, reconociendo y posicionando con ello al campo como el entorno productivo que personifica el presente y el futuro no solo del país sino de la humanidad entera, agradecidos, de que a pesar, de que la tarea de cosechar el alimento del suelo es cada día más difícil, será el talento, ingenio e innovación de hombres y mujeres con vocación y un alto sentido del esfuerzo y el compromiso, lo que nos mantendrá sin hambre proveyéndonos la comida necesaria para seguir viviendo, para lo cual será decisivo el desarrollo de una actitud retributiva que fortalezca el respeto y admiración por el campo y sus valores.

El panorama para el sector agroproductivo internacional es impredecible dado el gran nivel de variables globales que direccionan sus pasos, y más aun hoy cuando la pandemia a cambiado por completo las reglas del juego; no obstante de los grandes transformaciones y limitantes, su desarrollo seguirá constituyendo uno de los instrumentos más eficaces para poner fin a la pobreza extrema, impulsar la prosperidad compartida, la seguridad y alimentar a una población que se espera llegue a 9,700 millones de habitantes en 2050.

En el plano nacional, cabe distinguir al sector primario como el único de la economía, que, a pesar de los impactos por la crisis sanitaria, continúa creciendo; por lo que no se comprende como es que se contempla para este 2021 un presupuesto federal similar al aprobado en el ejercicio 2020, lo cual deja de reflejar la prioridad que tiene para el gobierno la producción de alimentos, recortando y desapareciendo varios programas del rubro. Sin duda el presupuesto de egresos, como un instrumento de política pública, tiene que manifestar la importancia que debe tener para el gobierno la autosuficiencia alimentaria, bajo un enfoque que eleve la productividad en un contexto incluyente (pequeños, medianos y grandes productores), lo que a final de cuentas de seguridad y tranquilidad a la población.

Sin más, expresamos el deseo de que este nuevo ciclo, sea reconfortante, más productivo y exitoso para todos, regidos bajo un fuerte arraigo a nuestra tierra, lo que nos impulse a trabajar con fervor por cincelar un mejor legado colmado de satisfacción y orgullo.

El Despertar del Campo, La Nueva Visión Del Agro…

Escriba una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *