Punto de partida 2ª parte

Definitivamente el establecimiento del cultivo es un punto crítico dentro del proceso de producción, tal como se delineo en la primera parte de este reportaje, además de ser un tema con amplio abanico de información, razón por la cual se da seguimiento al desarrollo del contenido en esta su segunda entrega, a través del amable intercambio de experiencias vertido por el señor Pablo Pérez Delgado, quien para el presente ciclo agrícola plantó una superficie aproximada de 30 hectáreas de jitomate, en suelos pertenecientes a la localidad de La Laborcilla, en el municipio de Calera, Zacatecas.    

“Antes de colocar la planta en el suelo, primero con un palo o tipo estaca van realizando el orificio en la superficie, ya que estas tierras tienen mucha piedra, pero son muy generosas en el sentido de que dan muy buenas cosechas, por lo que si tratan de meterla con los puros dedos se los lastiman, de ahí que primero hacen el hoyo, después meten el cepellón y le aprietan para que no quede aire adentro”; señalo el señor Pérez Delgado.

“Este tipo de cultivo no se puede poner en seco, podremos establecer en seco los ajos u otros tipos de cultivos, pero los jitomates no, por lo que aquí tenemos que comenzar a aplicar agua unas 4 o 5 horas antes de que empiece el personal a plantar, y tiene que haber humedad para que la planta desde el momento que se trasplanta empiece a absorberla y se pueda así hidratar correctamente, porque sino se nos deshidrata o se seca”.

“Aquí la gente va plantando a un paso lento sobre todo por el tipo de terreno que es muy difícil, se desempeñan más bien por el día y no por tarea como en otras labores, lo que hasta cierto punto nos garantiza que las cosas se vayan haciendo lo mejor posible y no a la carrera, realizamos solamente lo que se pueda hacer, pero bien hecho”.

“La profundidad a la que se colocan las raíces la trae la misma planta, ya que se tapa nada más lo que es el cepellón para que no se seque y las raicitas empiecen a trabajar, por lo que estamos hablando más o menos de 4 a 5 centímetros. Hemos logrado observar que inmediatamente en cuanto la planta comienza a hidratarse, a los 2 o 3 días, ya le empiezan a salir raíces nuevas; y comenzamos a meterle nutrición a los 8 o 10 días después del trasplante”.

“De plantado, a los 3 o 4 días le dan lo que nombramos como sobre riego, y de ahí conforme se va ocupando se va aplicando agua; de inicio cuando la planta esta pequeña se manejan también lapsos cortos de riego de 1, 1 y media o 2 horas, casi nada más para meterle algo de nutrición y preventivos, además de que la cama ya va a tener cierta humedad siendo que prácticamente todo lo que abraza el hule va estar mojado, por lo que solo es necesario algunos sobre riegos muy leves casi únicamente por la cuestión de inyectarle nutrientes a las plantas”.

Para concluir, el señor Pérez Delgado agregó; “si Dios no lo permite y que todo salga bien, aquí vamos andar cosechando entre los 100 y los 105 días, que viene siendo por ahí del mes de julio, asimismo, cabe señalar, que todos nuestros productos, ya sean jitomates, chiles, ajos, etc., se destinan para su comercialización al mercado nacional, principalmente para la central de abastos de la Ciudad de México, parte para el Bajío, o para Guadalajara, y afortunadamente tenemos la manera de lavarlos, encerarlos o empacarlos de acuerdo a como el cliente nos lo solicite, por ejemplo, hace un par de años pusimos unos jitomates que al final los vendimos en el campo, dado que a veces se nos junta con el empaque de ajos, y se requiere de mucha mano de obra para lavar y empacar los jitomates, por lo que ya depende como se vengan las cosas en los diferentes mercados y la saturación de trabajo que tengamos”.

Espera la 3ª y última parte de este reportaje, en próximas ediciones…

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